Parcelaciones
NOVEDAD
Guía practica sobre parcelaciones (Pulsar aquí para descargar)
INTRODUCCION.
La parcelación/urbanización surgida al margen de los procedimientos legalmente establecidos es un fenómeno que tiene un extraordinario dinamismo en el término municipal de Córdoba como demuestran los siguientes datos:
El Plan General de Ordenación Urbana de 1986 recogía una relación de 21 parcelaciones urbanísticas en Suelo No Urbanizable; dos años después, el Catálogo de parcelaciones urbanísticas de la provincia de Córdoba, realizado por la Consejería de Obras Públicas y Transportes, identificaba 36.
En 2001, según estudios realizados para la elaboración del PGOU-01, el número total de parcelaciones/urbanizaciones duplicaba dicha cifra y el suelo no urbanizable afectado por las parcelaciones suponía aproximadamente unas 3.255 hectáreas en las que se habían ejecutado aproximadamente unas 4.650 viviendas.
En 2013, el Avance de Planeamiento a los efectos establecidos en el Decreto 2/2012, de 10 de enero, identifica en suelo no urbanizable un total de 97 ámbitos, con una superficie aproximada conjunta de 3.008 hectáreas y con 4.334 edificaciones contabilizadas.
Con un número tan elevado de parcelaciones se puede intuir que la realidad es bastante compleja y que sus características son bien diferentes entre unas y otras, puesto que la evolución de cada una de ellas es considerablemente distinta.
En primer lugar cabe hacer una diferenciación de las parcelaciones en dos grandes grupos: las ubicadas en la Sierra de Córdoba y las situadas en la Vega. Son numerosas las divergencias existentes entre los dos grupos, además de las que puedan existir internamente en cada uno de dichos grupos.
La primera diferencia constatada entre ambos grupos es la relativa a los usos principales y complementarios. Si bien el uso principal constatado en ambos grupos es el de segunda residencia, en las parcelaciones existentes en la sierra este uso es prácticamente exclusivo, mientras que en las parcelaciones situadas en el valle aparece como uso complementario la primera residencia, que en ocasiones llega a convertirse en uso principal. Además en algunas ocasiones el uso residencial (primera o segunda) es acompañado por actividades agrarias tradicionales, o incluso por la existencia de naves industriales, talleres, almacenes, etc. Por otro lado hay que reseñar la mayor densidad de vivienda existente en las parcelaciones ubicadas en el valle, que supera la densidad de las parcelaciones de la sierra.
Visor Cartográfico del Casco Histórico
Manuales
Divulgación y Publicaciones
Desde “Divulgación y Publicaciones” se presentan diferentes trabajos realizados para dar a conocer, visitar y conservar el Casco Histórico de Córdoba.
Podrá acceder a esta información, mediante el menú lateral calsificada como: Manuales , Rutas y Guías
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Audivisual Devotio-Augusti
Manual para Rehabilitación de Fachadas
Rehabilitación de Fachadas
MANUAL PARA LA REHABILITACIÓN DE FACHADAS - CASCO HISTÓRICO DE CÓRDOBA
Técnicas de Rehabilitación Recomendadas
Ante la necesidad de recuperar-conservar el valor patrimonial de los edificios localizados
en el Casco Histórico de la ciudad de Córdoba, la rehabilitación de sus fachadas se
convierte en una actuación prioritaria.
El presente manual, se plantea como una herramienta de ayuda a los diversos agentes
participantes en el proceso edificatorio con el fin de comprender la complejidad,
diversidad y riqueza de estas actuaciones, y al mismo tiempo de mejorar en la calidad y
durabilidad de las intervenciones.
En el texto se detallan los procedimientos de actuación, el marco normativo, las
diferentes patologías que pueden presentar las fachadas, así como las técnicas de
rehabilitación recomendables. Para ello, se estructura atendiendo a los diferentes
elementos constructivos y materiales que conforman las fachadas, siguiendo una
metodología de descripción de las patologías, del origen de éstas y de los criterios de
intervención.
Conjunto Histórico de Córdoba
ORIGENES Y TRANSFORMACIÓN DE LA CIUDAD
Las raíces de Córdoba, como núcleo de población se remonta al III milenio a.C., aunque la fundación de la ciudad tuvo lugar a mediados del siglo II a.C. por el pretor Claudio Marcelo. Este magistrado romano levantó un campamento militar que, con el paso del tiempo, se convertiría en una de las ciudades más importantes del Imperio Romano.
Córdoba llegó a ser, en un primer momento, la capital de la Hispania Ulterior y posteriormente, la capital de la provincia Bética.
Bajo el mandato de Augusto, llegó a tomar el título de “Colonia Patricia Corduba”, poniendo de manifiesto la prosperidad y prestigio de que ya entonces gozaba. En este periodo se constata la ampliación del recinto amurallado de la ciudad hacia el sur, hasta prácticamente la orilla del Guadalquivir, incrementando su extensión en 31ha, alcanzando una superficie total de 78ha.
Surgieron edificios monumentales que en la actualidad ofrece a sus visitantes una fiel muestra de este primer esplendor. De aquella época nos encontramos con:
- El Puente Romano, que formaba parte de la Vía Augusta y unía ambas orillas del río,
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Durante la etapa alto-imperial se produce la consolidación y transformación de los principales espacios públicos de la ciudad, planificados y concebidos ya en época augustea. Otro de los fenómenos urbanísticos mas importantes que se producen en esta etapa es el crecimiento de la ciudad fuera del recinto amurallado.
Será a lo largo del s. III cuando empiecen a advertirse los primeros síntomas de lo que será la transformación de la ciudad en época bajoimperial y tardoantigua.
Destacan otras edificaciones importantes como son:
- El templo Romano en la calle Capitulares,
- El palacio de Maximiano Hercúleo, del s. IV, cuyos restos se hallaron en Cercadillas, durante los trabajos realizados en la nueva estación de ferrocarriles.
- El Anfiteatro, que fue el tercero más grande de todo el Imperio, ubicado en la antigua facultad de Veterinaria, actual Rectorado de la UCO.
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En el año 572 la ciudad fue conquistada por el rey visigodo Leovigildo. De la ocupación visigoda no quedan apenas testimonios, ya que su dominio duraría poco más de un siglo.
A finales del siglo VII los conflictos civiles y las intrigas políticas hacen que se debilite el poder visigodo lo que facilitaría la entrada de los musulmanes, acontecimiento que tuvo lugar en el año 711, bajo la dependencia del Califato de Damasco. Comienza una nueva etapa de esplendor. Cinco años más tarde, Córdoba se convierte en la capital de al-Ándalus, capitalidad que hasta ese momento recaía en Sevilla.
Fue en el año 756 cuando Abd al-Rahman I logra erigirse con el poder y establece el Emirato independiente de Córdoba. Se inicia el proceso de transformación e islamización de la imagen urbana de la ciudad, adoptando para ello el modelo seguido en las ciudades omeyas orientales, en el cual los dos elementos definitorios de la medina islámica son el Alcázar y la Mezquita Aljama. A partir de este momento, estos edificios, y en particular la Mezquita Aljama se convertirían en el gran emblema de la dinastía omeya andalusí. -
La actual Mezquita-Catedral, tuvo su origen en el año 785, bajo el mandato del emir Abd al-Rahman I. Se inicia su construcción sobre una antigua basílica visigoda, la basílica de San Vicente.
Debido al vertiginoso crecimiento de la población, la Mezquita Aljama tuvo numerosas ampliaciones como veremos a continuación.
Hisham I construye el Alminar, sobre la Mezquita Aljama de Abd al-Rahman I
Abd al-Rahman II hereda el trono en el año 822, y fue él quien ordenó ampliar la Mezquita hacia el sur, incrementando la superficie del oratorio. El proyecto de remodelación urbanística de este emir afectó también al Alcázar y al entorno del río.
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En 929 Abderramán III proclama el Califato de Córdoba. En estos momentos la ciudad había alcanzado unas dimensiones descomunales. Construye su residencia real, a pocos kilómetros del centro de Córdoba, Madinat al-Zahra, trasladando allí su corte. Se produce la ampliación de la Mezquita hacia el norte, como refleja el gráfico adjunto.
En el cenit del esplendor de al-Ándalus, a finales del s. X, Almanzor amplía por última vez la Mezquita, creciendo hacia el este, afectando tanto a la sala de oración como al patio.
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Con la caída del califato, en 1013, los bereberes invaden Madinat al-Zahra, símbolo del esplendor califal. La saquearon y la incendiaron. Aparecen los Reinos de Taifas y Córdoba entra en decadencia.
En 1236, el rey Fernando III de Castilla conquista la ciudad. Se consagra la Mezquita como Catedral, y se construyen 14 parroquias, las llamadas “iglesias fernandinas”.
En 1315 se construye la sinagoga, en estilo mudéjar, dentro del barrio de la judería, muestra significativa de la convivencia entre diferentes culturas.
En 1523 el arquitecto Hernán Ruiz I comienza las obras de la Catedral en el interior de la Mezquita, actuación ordenada por el obispo Alonso Manrique. Finalizan al principio del siglo XVII.
La construcción de la Catedral fue muy polémica ya que suponía la destrucción de un edificio único en la historia. -
La Mezquita-Catedral de Córdoba está considerada como el monumento musulmán mejor conservado de occidente. Sus dimensiones, soluciones constructivas, riqueza decorativa, la convierten en una creación artística reconocida a nivel mundial.
Felipe II, en 1570, ordena construir las Caballerizas Reales junto al Alcázar de los Reyes Cristianos, con el fin de criar buenos equinos para la Casa Real. Nace aquí el caballo de pura raza española. En esta época se construye la Puerta del Puente. Las Caballerizas Reales fueron reconstruidas en época de Carlos III tras sufrir un incendio.
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En el siglo XVII Córdoba se sumerge en una profunda crisis que incide negativamente en el desarrollo de la ciudad.
A finales del s. XVII se construye la Plaza de la Corredera.
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En el siglo XVIII se inicia una importante recuperación, y se interviene en la renovación urbana. No obstante, se llevan a cabo algunas actuaciones desafortunadas, acciones destructivas que continúan durante todo el siglo XIX.
El notable crecimiento del siglo XX hace que surjan nuevos barrios bordeando la ciudad histórica.
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DELIMITACIÓN DEL CONJUNTO HISTÓRICO
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Córdoba posee uno de los cascos antiguos más grandes de Europa
Desde el punto de vista de la trama urbana, el casco histórico de Córdoba está constituido básicamente por dos partes físicamente diferenciadas, herencia del pasado, que se va a perpetuar con el paso de los siglos. Son las siguientes:
- La Villa, que coincide prácticamente con el recinto amurallado romano y con la antigua Medina musulmana, situada al oeste. Comprende tres zonas diferenciadas:
- Restos de la ciudad Romana, al norte. Actual centro comercial
- La Medina andalusí, al sur. Destaca la Mezquita-Catedral
- Barrio de San Basilio, al suroeste, nacido de la expansión cristiana del siglo XIV junto al Alcázar de los Reyes Cristianos
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- La Axerquía o barrio oriental. El mayor impulso lo tuvo en el periodo bajomedieval. Se trata de una zona bastante homogénea por lo que la distinción entre zonas diferenciadas, como sucede en la Villa, es muy difícil. En el momento de la conquista cristiana se procede a su ordenamiento en siete parroquias o collaciones. En el siglo XVI se abren plazas y se ensanchan algunas existentes, pero la estructura urbana no sufre transformación. Sólo destacar la apertura de la Plaza de la Corredera en el Siglo XVII. En el siglo XIX se producen actuaciones urbanísticas drásticas como la demolición de las puertas y la mayor parte de la muralla, la creación de paseos y avenidas y la apertura de nuevas vías hasta configurar definitivamente el cinturón de rondas que rodea al casco histórico.
En la trama urbana, las estrechas e irregulares calles, de herencia medieval, determinan manzanas amorfas dentro de las cuales se ajusta un parcelario cuyo tamaño depende de la tipología que albergue. El parcelario de mayor tamaño corresponde a los conventos, casas palaciegas o edificios públicos y el de menor tamaño a las viviendas cuya tipología responde a la heredada casa-patio.
Los elementos de borde que definen la delimitación del Conjunto Histórico lo forman las vías de comunicación que coinciden con la antigua muralla, lo que en gran medida ha salvaguardado el centro histórico de los ensanches urbanísticos de finales del siglo XIX y principios del XX, que han transcurrido en el perímetro (avenida Conde Vallellano, Paseo de la Victoria, Ronda de los Tejares, Avenida de las Ollerías), creándose así un anillo de espacios libres que protege al Conjunto Histórico de Córdoba.