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Martes, 21 Abril 2009 12:30

DEFINICIÓN Y DELIMITACIÓN DE LAS UNIDADES AMBIENTALES.

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Se trata aquí de definir y delimitar unas unidades homogéneas cuyos rasgos determinantes sean los de sus cualidades naturales o ambientales. Se trata de hacer una división espacial de la totalidad del territorio en unidades ambientales irregulares extensas buscando la homogeneidad de los elementos definitorios mediante la combinación de indicadores ambientales como la homogeneidad fisiográfica (topografía y pendientes), la vegetación, los usos del suelo y el paisaje.

En la definición de las unidades ambientales homogéneas se busca también que reaccionen con comportamientos similares en lo relativo a aptitudes y limitaciones de uso.

La finalidad de la definición y delimitación de unidades homogéneas radica en poder realizar una caracterización de criterios racionales con los que es posible diseñar estrategias óptimas en diferentes sentidos, aunque destacan los de usos del suelo y utilización-consumo de sus recursos.

El empleo de técnicas y metodologías para la delimitación de unidades ambientales vienen expuestas en los trabajos, entre otros, de AMMER y alii, 1981; CENDRERO, 1975; CENDRERO, 1982; CENDRERO y alii, 1980; CENDRERO y alii, 1986; FISHER, 1972; NIETO, 1983 A; NIETO, 1983 B; URGOITI y NIETO, 1980; CEOTMA, 1984.

Dos son los caminos metodológicos para la definición de unidades homogéneas: uno, más clásico, el método de cartografía directa, éstas se delimitan, a priori mediante Fotointerpretación u otros métodos similares, de acuerdo a una serie de parámetros elegidos tales como la fisiografía, cobertera vegetal, morfología erosiva, etc. que son comunes en cualquier punto de la unidad; otro, más avanzado, el de la superposición automática, se elaboran una serie de mapas temáticos de los diferentes elementos o rasgos característicos como los citados y posteriormente se combinan mediante técnicas automáticas de superposición de capas de información.

Consideramos el segundo camino como el más avanzado y objetivo, ya que a través de tecnologías como los Sistemas de Información Geográfica se pueden superponer y combinar un elevado número de capas temáticas con sus bases de datos asociadas.

Conceptualmente, se trata de superponer topológicamente una serie de atributos físicos, naturales o de cualquier índole en su adscripción correspondiente territorial en el sentido de que un sistema de coordenadas x,y o x,y,z determina la posición real y exacta en el espacio de los datos.

Tecnológicamente, las metodologías de superposición mediante programas de ordenador han evolucionado notablemente en los últimos años. Se ha pasado de un simple almacenamiento de información en banco de datos a la disposición lógica y estructurada de información digital y alfanumérica georeferenciada, lo que permite generar cartografía automática para el análisis o la toma de decisiones operativas en cualquier momento del proceso.

El proceso seguido en la obtención de las unidades ambientales para el Estudio de Impacto Ambiental del Plan General de Ordenación Urbana del término municipal de Córdoba ya partió con la elaboración de los mapas temáticos, que fueron proporcionando la suficiente información para profundizar en el conocimiento de la realidad. Siguió en la fase de inventario, definición y análisis de la información sobre el medio de estudio y continúa en este punto mediante el tratamiento objetivo por medios informáticos de todas las variables e información recogida y elaborada.

En esta etapa del proceso, mediante las posibilidades técnicas de superposición topológica y automática ofrecidas por las herramientas del Sistema de Información Geográfica, se han generado las UNIDADES AMBIENTALES. Éstas provienen básicamente de la combinación automática de las capas de información y bases de datos asociadas de características geológicas, geomorfológicas y litología, vegetación natural y usos agrícolas del suelo, capacidad agrícola del suelo y unidades de paisaje.

En este proceso se han determinado 31 unidades ambientales, distribuidas del siguiente modo en las tres macrozonas establecidas en este estudio: 3 en la Campiña, 3 en la Vega y 25 en la Sierra. Estas han sido denominadas del siguiente modo (están representadas cartográficamente en el Mapa 16: Delimitación de las Unidades Ambientales):

MA07_01.jpg (106734 bytes)

En cada unidad ambiental así determinada se han caracterizado de forma descriptiva sus elementos objetivos más significativos, que han quedado introducidos en campos de información independientes en una base de datos adscritas a la capa de UNIDADES AMBIENTALES y fichas de información. Los rasgos ambientales más característicos considerados han sido:

1/. Geología, geomorfología y litología.

2/. Hidrografía e hidrología.

3/. Capacidad agrícola del suelo.

4/. Vegetación.

5/. Paisaje.

De acuerdo a los rasgos ambientales mencionados hemos realizado una descripción de cada una de las unidades ambientales delimitadas:

UA1. VEGA DEL RÍO GUADAJOZ.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Desde este punto de vista se pueden diferenciar los materiales ligados al curso de agua, concretamente, el río Guadajoz, puesto que su origen, disposición y características dependen de éste. El Guadajoz discurre por la Campiña y su acción fluvial durante el Cuaternario se manifestó, por una parte, en una erosión indirecta de las formaciones biocalcareníticas y margosas miocenas de ésta y, por otra parte, en procesos de sedimentación restringidos a la aparición de niveles de terrazas y fluviales y a depósitos de tipo coluvionar. Aunque de menor magnitud que en el caso del río Guadalquivir, el Guadajoz también presenta distintos niveles de terraza y cierta extensión en sus aluviales, aunque su importancia y magnitud es menor que en el caso anterior.

Respecto a las formaciones aluviales del Plioceno presentes en la vega del río Guadajoz podemos citar los materiales aluviales formados porconglomerados, gravas, arenas y limos rojos. La extensa raña que con carácter regional cubre buena parte de la cuenca del Guadajoz, aparece dentro del término municipal constituida por cantos de cuarcita rodados, esquistos y pizarras redondeados y aplanadas. La matriz está formada por arenas de cuarzo y limos rojos.

Respecto a los niveles de terraza podemos destacar los siguientes:nivel de terraza 1 y nivel de terraza 2. Conglomerados, gravas, arenas y arcillas. Los niveles más antiguos de terrazas están formados por conglomerados y gravas sueltas en una matriz arenosa o limosa. Aquí es frecuente encontrar colores rojizos o rojos oscuros por alteración y formando costras duras.Nivelde terraza 3. Conglomerados, gravas, arenas, limos y arcillas. La terraza más baja está formada por gravas poco cementadas de cantos de tamaño medio, con areniscas y lodos.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Los materiales sueltos y poco consolidados que en general existen en la vega del río Guadajoz, poseen unas condiciones geotécnicas muy variables según el punto de localización, pero en conjunto se puede decir que cuanto más recientes son los materiales menor es sus capacidad de carga y mayores los asentamientos previsibles, así en el lecho mayor del río estos problemas se agravan con la presencia de agua a escasa profundidad sin embargo en los niveles más antiguos de terraza, cementados, la capacidad de carga puede ser muy elevada y con escasos asentamientos.

Podemos destacar otros riesgos geotécnicos provenientes de procesos propios de la dinámica fluvial, que se manifiestan en la actividad meandriforme de los ríos, especialmente del Guadajoz, con erosión y desplazamiento del curso del río a través del cauce con riesgos para edificaciones y otras obras de infraestructura. Otro riesgo es la posibilidad de inundaciones por avenida del río, siendo la zona más crítica el lecho mayor que coincide aproximadamente con la llanura aluvial.

Con todo esto, las condiciones constructivas de los terrenos de la vega del río Guadajoz pueden ser clasificadas por término medio según zonas como FAVORABLES al norte de la vega, en el contacto con la Vega del río Guadalquivir; ACEPTABLES en esta misma zona; y, DESFAVORABLES hacia el sur.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

La red hidrográfica de la Campiña es menos densa que la de la Sierra y aunque pierde el carácter de torrencial de ésta, no ve mermado del todo su potencial erosivo y de transporte, ya que discurren por unos materiales blandos y con muy escasa capacidad de retención de agua y en caso de fuertes precipitaciones aparecen fuertes caudales, con elevado potencial de transporte y sedimentación, sobre todo de la fracción limosa y arcillosa. La efectividad del drenaje se considera aceptable con máximos estacionales muy marcados. El río Guadajoz posee gran cantidad de arroyos afluentes que drenan la Campiña, por lo que su régimen es reflejo del funcionamiento de la red, con los consiguientes procesos de dinámica fluvial.

La estimación de la permeabilidad viene determinada por los materiales que conforman la vega del río Guadajoz, sobre todo materiales permeables. Terrenos permeables que corresponden a los aluviales del río Guadajoz. Los materiales con mayor fracción arenosa poseen una permeabilidad más elevada, aunque existe un alto contenido en arcillas que disminuye la permeabilidad de estos sedimentos cuando los consideramos en su conjunto. Por tanto, aún cuando estos aluviales se consideran permeables la transmisividad o velocidad de propagación del agua dentro del sedimento no es muy elevado. Son zonas con acuíferos en formaciones permeables por porosidad intergranular, lo que nos lleva a clasificar como MUY ALTA la vulnerabilidad de los acuíferos de esta unidad, los cuales se ha incluido en el tipo de libre subálveo.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La base geológica de las vega del río Guadajoz llega a configurarla como un depósito cuaternario a lo largo del río, incluyéndose los aluviales más recientes del río y las diferentes terrazas.

La litología mencionada configura directamente la capacidad agrícola del suelo, claro está, junto a otros factores. Tanto los aluviales como las terrazas ligadas al Guadajoz presentan un carácter más arcilloso, por provenir de las margas arcillosas del Mioceno de la Campiña. Las terrazas más antiguas son conglomerados, con soporte subyacente de arcillas margosas. La terraza más moderna, gravas, arenas y lentejones arcillosos.

La topografía es muy plana con pendientes inferiores al 3 %.

La edafología viene determinada por suelos típicos de Vega, suelos poco evolucionados, de aportes fluviales, constituidos, por sedimentos fluviales y desarrollados sobre éstos.

Los perfiles tipo son (A) C, AC, A(B)C, e incluso ABCaC, éstos últimos junto con los ABgCac; que son SUELOS LAVADOS con PSEUDOGLEY y SUELOS PARDOS sobre terrazas y piedemontes.

Son pues según la clasificación americana del. USDA, Entisoles, respondiendo respectivamente a los grandes grupos, Fluvents, suelos aluviales (las vegas); psaments, regosoles arenosos y Acualfs (alfisoles) los suelos lavados con pseudogley, o bien Acuepts (Inceptisol, con pseudogley de superficie).

Las clases agrológicas predominantes en esta unidad son de clase agrícola I. Los suelos de esta clase no presentan limitaciones que restrinjan su explotación o éstas son muy pequeñas. Permiten el cultivo de una amplia gama de especies vegetales y cualquier otro aprovechamiento con alta productividad. Son suelos llanos o con muy ligeras pendientes, generalmente bien drenados, con condiciones favorables para la retención de agua, de alta fertilidad o que responden con altos incrementos de productividad a los aportes de fertilizantes. Se trata de "suelos agrícolas" de muy alta potencialidad productiva (Indice de TURC C.A. = 60), que deben conservarse en su uso agrícola actual.

La vega del Guadajoz es muy estrecha, con el problema adicional de la salinidad (la conductividad eléctrica de las aguas varía entre 4.000-7.000 mnohs).

Al sur los suelos incluidos en la clase agrológica IIs, dedicados al laboreo permanente llegan a presentar problemas ocasionados por las mismas características de los materiales aluviales con gran presencia de arcillas y margas provenientes de los arrastres aluviales.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Los cultivos herbáceos dominan el regadío, trigo, maíz, algodón, remolacha, soja, praderas de alfalfa. La productividad agrícola muy alta, alternando con frutales: almendro, manzano, peral y con olivares muy productivos. El regadío alterna con espacios de cultivos en secano, que se trabajan de forma intensiva, en lo que se ha dado en llamar barbecho semillado.

F/. Paisaje.

En la Campiña, la vega que rodea el río Guadajoz ha sido considerada desde el punto de vista del paisaje como una unidad aparte. El diferente patrón de los terrenos de cultivo, la concentración de las comunicaciones (carretera, ferrocarril) y otras actividades y consideraciones geomorfológicas sirven para identificarla como unidad paisajística.

UA2. ZONAS ALTAS INTERIORES.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Las zonas altas interiores vienen configuradas, al igual que las zonas medias y bajas por las formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno. Fundamentalmente se trata de biomicritas arenosas y recristalizadas, areníscas calcáreas bioclásticas y microconglomerados calcáreos bioclásticos.Una serie representativa de muro a techo es: conglomerado de cantos de caliza paleozoica, pizarras, grauwacas, etc. con ostreidos. Arenas sueltas con niveles compactos de lumaquela, Arenas compactas de grano grueso, bastante micáceas y algo calcáreas. Fauna muy abundante. Biomicritas y bioesparitas con abundante fauna. Al este de Santa Cruz se encuentra un afloramiento del tramo calcáreo del Mioceno, formado por biomicritas arenosas – areniscas calcáreas bioclásticas.

También podemos encontrar en el grupo mencionado de las formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno: arenas biocalcáreas, margas verde-amarillentas y biomicritas arenosas, facies flyschoide (depósito alóctono). Otro de los grupos litológicos pertenecientes a las rocas alóctonas lo constituye una formación eocena-miocena de alternancia de arenas-areniscas blanquecinas y amarillentas, margas arenosas de color gris-verdoso, biomicritas, biomicriditas, bioesparitas arenosas en secuencia flyschoide. Margas y Margocalizas blancas de aspecto albarizoide (depósito alóctono). En contacto tectónico con la anterior formación se encuentra un tramo de margas y margocalizas, de aspecto albarizoide, con sílex con un menor carácter alóctono que los grupos litológicos anteriores. También podemos destacar localizaciones de margas arenosas y recristalizadas, Areniscas calcáreas bioclásticas y Microconglomerados calcáreos bioclásticos.Sin embargo, la mayor parte de los terrenos están formados por el potente tramo margoso, de carácter marino, cuya parte inferior corresponde a las denominadas "margas azules" que presentan una capa de alteración bastante importante dando lugar a un suelo agrícola profundo. Hacia las zonas superiores aumenta el contenido en arenas, de modo que hacia el techo se pueden localizar niveles de areniscas alternantes entre las margas. También aumenta el contenido en arcillas. El gran desarrollo del suelo agrícola y la alteración que presentan dificultad la observación de estos materiales en afloramientos frescos.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

La mayor parte de los materiales de composición arcilloso–margosa, como componentes fundamentales de la Campiña presentan condiciones constructivas DESFAVORABLES, siendo frecuentes en estas áreas procesos de flujo de arcillas, riesgos de deslizamientos y existencia de arcillas expansivas que dan unas capacidades de carga bajas y asentamientos importantes.

Se incluyen además los terrenos arcillosos–yesíferos localizados al oeste del río Guadajoz y del Arroyo Salado, que presentan iguales caracteres geotécnicos y también los cerros con cierto relieve que pueden presentar problemas de tipo geomorfológico.

Como MUY DESFAVORABLES se valoran las laderas con pendientes medias que se dan en la zona arcilloso–margosa de la campiña. También se incluyen los depósitos de fondos de valles y vaguadas, los materiales de carácter yesífero y salino y los cerros existentes en estos últimos materiales. En todos los casos la capacidad de carga es muy baja y son frecuentes los asentamientos. Los problemas de tipo litológico, hidrológico y geotécnico, ya comentados, se presentan con mayor frecuencia e intensidad en estas zonas. Los riesgos geológicos son elevados.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

La mayor parte de las zonas altas interiores de la Campiña son zonas impermeables, que no poseen prácticamente acuíferos, aunque pueden existir alguna zona de recarga, de tipo puntual y de caudal variable.

En este sentido podemos decir que son zonas poco vulnerables afectando la contaminación principalmente a las aguas más superficiales y muy localmente a los acuíferos. La composición de los materiales es tal que en los terrenos margosos y arcillosos la velocidad de propagación de los agentes contaminantes es muy baja, por el contrario su persistencia es muy alta. La contaminación afecta solamente en los puntos en donde estén situados los focos emisores, sin que se transmitan por el terreno hasta los posibles acuíferos los agentes contaminantes. En este caso, el agua superficial, por la red de escorrentía o por precipitaciones es la afectada por la contaminación.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La base geológica engloba el conjunto Mioceno que aflora masivamente en toda la macrozona. Como hemos comentado en apartados anteriores se trata de una serie de arcillas margosas de gran potencia, estratificadas horizontalmente. En cotas superiores a 200 m, aparecen depósitos delgados tabulares de areniscas. La meteorización llega a profundidades de 9 m.

Esta base geológica genera una topografía de lomas separadas por valles en V, con bajas o medias pendientes, del 5 al 20%, y más frecuente del 5-10%. Puntualmente se supera el 30%. Unicamente existen pendientes <3% en terrazas sobre los cerros testigos.

Los suelos típicos de toda esta zona son los Vertisuelos topolitomorfos, suelos con arcillas expansivas (montmorillonitas) representados fundamentalmente por el tipo Usterts: tierras margosas béticas, sobre colinas y áreas onduladas. Pendientes mayores del 5 %. Evolucionan hacia Acuerts. El horizonte típico es A (B) C con media a alta actividad biológica.

Las clases agrológicas vienen determinadas porque la mayoría de los suelos se clasificarían en clases II por pendientes (5-10 % media), con inclusiones puntuales de clase III (pendientes hasta 30 % y más). Las terrazas sobre cerros testigos (pendiente <3%) se clasifican en clase II por problemas de textura y de fertilidad.

Los subíndices son principalmente IIe para indicar los problemas de erosión. Sobretodo erosión aparente superficial que produce dificultades en la labor mecanizada.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Respecto a su potencialidad productiva, la mayor parte del terreno son cultivos de secano de labor intensiva sin arbolado, con el 100 % de barbecho semillado, siendo las alternativas más frecuente trigo (47%), girasol (29 %), leguminosas o remolacha-algodón. En las areniscas de los cerros testigos se encuentra el olivar adulto de alto rendimiento.

F/. Paisaje.

Las zonas altas interiores forman una serie de elevaciones sobre el patrón general de colinas que constituye la Campiña. Un ejemplo claro lo serían los tramos finales de la Cuesta del Espino (carretera a Málaga y Sevilla) que tienen un gran potencial de vistas sobre la vega y la sierra al Norte y pudiendo divisar Sierra Nevada al Sudeste. Hemos considerado la cota inferior de 300 metros como límite empírico para estas zonas y existe una coincidencia entre las mismas y la toponimia de los cerros locales (coincidiría pues con la percepción tradicional de las mismas): Loma de Villaverde, Cerro de los Abades, Cerro del Torcal, Cerro de Tomillares, Cerro de los Alamillos, Cerro de Valdepeñas, Loma del Genovés, Mesa de la Alamedilla, etc. Hacia el Este el sistema de colinas va ganando altura y hacemos subir el límite en las vaguadas más estrechas de los cerros. Su carácter de elevación relativa sobre el conjunto nos permite diferenciar estas zonas del patrón general.

UA3. ZONAS MEDIAS Y BAJAS.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Los materiales de las zonas medias y bajas son de dominio Alpino y su génesis e historia geológica están ligadas a la cordillera Bética. La depresión del Guadalquivir en su conjunto constituye la antefosa. La porción de campiña que pertenece al municipio se localiza en la zona central de la depresión, y posee aspectos significativos de ésta, como son el origen marino de los sedimentos, la gran potencia de éstos y ya en el borde más meridional del término la presencia de elementos alóctonos procedentes del ámbito de la cordillera Bética (olitostromas). El mecanismo de traslación de estos elementos alóctonos no puede ser más que como deslizamientos gravitatorios. Su edad de "mise en place" es Mioceno, ya que se encuentran intercalados entre los materiales de esta serie. Su importancia, dentro de los terrenos del término municipal es escasa en extensión, pero sin embargo son responsables de la presencia de elementos salinos.

La estructura de los depósitos de las zonas medias y bajas es sencilla; el borde norte corresponde con la supuesta falla del Guadalquivir, que no es tal, pues se ha comprobado que el zócalo de la Meseta se hunde suavemente a partir del escalón de la Sierra hacia el sur, ya en su zona central se depositan potentes series de sedimentos de facies marinas, blandas que enmascaran alguna que otra falla normal que afecta al zócalo. En los sectores en donde aparecen materiales alóctonos, sur de la zona estudiada., se dan complicaciones en la disposición estructural de carácter local por efectos de procesos de halocinesis secundaria.

La edad de los depósitos es casi exclusivamente Mioceno.

Al igual de lo que dijimos para las zonas altas interiores, las zonas medias y bajas están configuradas por las formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno. Fundamentalmente se trata de biomicritas arenosas y recristalizadas, areníscas calcáreas bioclásticas y microconglomerados calcáreos bioclásticos.Una serie representativa de muro a techo es: conglomerado de cantos de caliza paleozoica, pizarras, grauwacas, etc. con ostreidos. Arenas sueltas con niveles compactos de lumaquela, Arenas compactas de grano grueso, bastante micáceas y algo calcáreas. Fauna muy abundante. Biomicritas y bioesparitas con abundante fauna. Al este de Santa Cruz se encuentra un afloramiento del tramo calcáreo del Mioceno, formado por biomicritas arenosas – areniscas calcáreas bioclásticas.

También podemos encontrar en el grupo mencionado de las formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno: arenas biocalcáreas, margas verde-amarillentas y biomicritas arenosas, facies flyschoide (depósito alóctono). Otro de los grupos litológicos pertenecientes a las rocas alóctonas lo constituye una formación eocena-miocena de alternancia de arenas-areniscas blanquecinas y amarillentas, margas arenosas de color gris-verdoso, biomicritas, biomicriditas, bioesparitas arenosas en secuencia flyschoide. Margas y Margocalizas blancas de aspecto albarizoide (depósito alóctono). En contacto tectónico con la anterior formación se encuentra un tramo de margas y margocalizas, de aspecto albarizoide, con sílex con un menor carácter alóctono que los grupos litológicos anteriores. También podemos destacar localizaciones de margas arenosas y recristalizadas, Areniscas calcáreas bioclásticas y Microconglomerados calcáreos bioclásticos.Sin embargo, la mayor parte de los terrenos están formados por el potente tramo margoso, de carácter marino, cuya parte inferior corresponde a las denominadas "margas azules" que presentan una capa de alteración bastante importante dando lugar a un suelo agrícola profundo. Hacia las zonas superiores aumenta el contenido en arenas, de modo que hacia el techo se pueden localizar niveles de areniscas alternantes entre las margas. También aumenta el contenido en arcillas. El gran desarrollo del suelo agrícola y la alteración que presentan dificulta la observación de estos materiales en afloramientos recientes.

También debemos añadir que al sur de la Campiña aparecen las denominadas unidades alóctonas de la Depresión del Guadalquivir configuradas por mezclas caóticas de margas verdes, rojo-violáceas, Blanquecinas y Bloques de dolomías, calizas y margocalizas (depósito alóctono). El primer grupo litológico lo constituye el olitostroma propiamente dicho formado por una masa heterogénea y caótica de materiales de diferentes edades pero con un gran predominio de sedimentos margosos. Se halla recubierto por un espeso suelo y derrubios de series suprayacentes. Son margas verdes, pardo-socuras, con bloques de caliza, dolomías, yesos, jacinto, ofitas, etc., formando una masa plástica y dislocada.

Del mismo modo, también al sur de la Campiña y como se puede observar en el mapa litológico aparecen formaciones de conglomerados y areníscas triásicas y margas rojo-violáceas. Se trata de margas rojo-violáceas, Yesos y Sales (Keuper). El último grupo litológico se diferencia bastante bien de los anteriores al estar formado por depósitos alóctonos del Trías -keuper- que destaca del olitostroma en afloramientos de dimensiones variables de margas abigarradas con jacintos y masas yesíferas muy cargadas de sales, en especial de ClNa. Podemos constatar también, si bien en muy pequeña extensión, la presencia de afloramientos de rocas pertenecen exclusivamente a la facies conglomerática del Bunt. Está formado por cantos de cuarcita redondeados, de tamaño variable, heterométricos en su disposición vertical y cementados por una matriz arcilloso-arenosa.

Igualmente dispersas por las zonas medias y bajas de la Campiña podemos encontrar formaciones aluviales del Plioceno. Son formaciones deConglomerados, Gravas, Arenas y Limos rojos. La extensa raña que con carácter regional cubre buena parte de la zona centro-sur de la cuenca del Guadalquivir, aparece dentro del término municipal con escasa representación. Está constituida por cantos de cuarcita rodados, esquistos y pizarras redondeados y aplanadas. La matriz está formada por arenas de cuarzo y limos rojos.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Por su particular composición litológica, las zonas medias y bajas presentan condiciones geotécnicas deficientes. Los mayores problemas tienen su origen en la gran plasticidad que presentan las arcillas, sobre todo la capa superficial que se encuentra alterada. Esta alteración puede llegar incluso hasta los 15 metros de profundidad, aunque por lo general a partir de los 8 ó 10 metros se puede encontrar roca no alterada. La capacidad de carga en las capas superficiales alteradas es muy baja, con asentamientos de bastante magnitud; para la roca reciente la capacidad de carga es de tipo medio-alto y los asentamientos son de tipo medio.

Sin embargo, estas características se ven profundamente afectadas por la influencia que ejerce la presencia de agua, disminuyendo la resistencia de estos materiales en todos sus aspectos.

En estas condiciones es frecuente la existencia de riesgos y procesos geomorfológicos que se pueden englobar en dos tipos, como son los flujos de arcilla y los deslizamientos.

Los flujos de arcilla son deslizamientos de la capa más superficial del terreno que se producen cuando existen precipitaciones. Se dan en las laderas y superficies alomadas con una pendiente no muy elevada de modo que cuando masas de terreno poseen una alto contenido en humedad sufren procesos expansivos que originan una migración del material hacia las partes más bajas. Las zonas en donde más probable que este fenómeno ocurra están localizadas en el tercio inferior de las laderas en donde es más efectiva la acumulación de agua, tanto por la escorrentía superficial, como por la percolación a través de las grietas de desecación que hay en las arcillas. El efecto causado es el desplazamiento de grandes masas de sedimento con una velocidad que se ha estimado mayor de 1 metro al año, no son por tanto procesos bruscos, pero son responsables de la modificación de perfiles y taludes en ciertos tramos de carreteras y pueden afectar gravemente a las construcciones, por ligeras que éstas sean.

El segundo proceso que se da es el de los deslizamientos propiamente dichos, no son muy frecuentes pero hay que considerarlos como un riesgo importante. Los deslizamientos son movimientos bruscos de grandes masas de material, con superficies de despegue situadas a unos 10 metros de profundidad, y de forma cóncava como corresponde a los deslizamientos de ladera. Su origen está ligado a la presencia de agua, sobre todo la existente entre la roca sana y la capa alterada establecido un plano de anisotropía en esa zona que facilita el despegue. Pero además hay una pérdida de material en la base, por flujo de arcilla o por erosión del talud o la ladera, que en un momento determinado deja al descubierto la superficie de despegue, produciéndose entonces el deslizamiento. Afectan a superficies de terreno relativamente reducidas, pero sus efectos erosivos y su imprevisible favor temporal los convierten en riesgos graves.

Tanto los flujos de arcilla como los deslizamientos de ladera se producen en esa unidad, localizándose preferentemente en los materiales arcillosos-margosos, sobre todo en las laderas con alguna pendiente de las "margas azules", y siendo menos frecuentes en las formaciones superiores más compactas del Plioceno, así como en las formación alóctonas de la zona sur del término municipal.

Podemos establecer que las condiciones constructivas para la edificación oscilan entre las escasas zonas que se consideran como FAVORABLES. Son aquellas áreas cuya composición litológica posee abundantes gravas y cantos bien cementados en las zonas llanas, prácticamente horizontales localizadas en la parte occidental de la Campiña. Poseen una capacidad de carga de media a alta con ligeros asentamientos y sin problemas importantes.

Cuando el espesor de estas capas cementadas disminuye o su extensión es pequeña sus condiciones constructivas se valoran como ACEPTABLES. Igual valoración se da a ciertos materiales localizados al sur de Santa Cruz, con una composición calcárea y pendientes suaves, con una capacidad de carga de tipo media-alta y asentamientos de valor medio. La extensión de estas últimas áreas no es muy grande.

La mayor parte de los materiales de composición arcilloso–margosa, presentes en las zonas medias y bajas presentan condiciones constructivas DESFAVORABLES, siendo frecuentes en estas áreas procesos de flujo de arcillas, riesgos de deslizamientos y existencia de arcillas expansivas que dan unas capacidades de carga bajas y asentamientos importantes.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Si volver a describir lo ya expuesto en apartados anteriores sobre la caracterización hidrográfica de la Campiña podemos constatar que en la unidad ambiental definida se encuentran, por un lado, acuíferos libres-aluviales con una VULNERABILIDAD MUY ALTA. Son acuíferos superficiales, normalmente en estrecha relación con la red fluvial, ocupan los terrenos más bajos, aluviales y terrazas bajas, el agua está a poca profundidad y la recarga se efectúa fundamentalmente por el propio subálveo del río, y en menor medida por precipitaciones. Es el tipo de acuífero más extenso es importante, por su abundancia y la disponibilidad de agua que ofrece. Prácticamente, a parte de toda la vega del Guadajoz y buena parte de la red del Guadalquivir, está presente en los aluviales de la red fluvial secundaria que recorren la Campiña. Y por otra parte, la mayor parte de esta unidad está formada por zonas impermeables, que no poseen prácticamente acuíferos, aunque existen algunas zonas de recarga aislada, de tipo puntual y de caudal variable; por lo que la valoración de la vulnerabilidad es baja o media en las zonas de recarga.

Lógicamente los terrenos permeables corresponden a los aluviales estando ocupados por los pequeños arroyos existentes en la Campiña. Los materiales con mayor fracción arenosa poseen una permeabilidad más elevada, aunque existe un alto contenido en arcillas que disminuye la permeabilidad de estos sedimentos cuando los consideramos en su conjunto. Por tanto, aún cuando estos aluviales se consideran permeables la transmisividad o velocidad de propagación del agua dentro del sedimento no es muy elevado. Son zonas con acuíferos en formaciones permeables por porosidad intergranular.

Por su parte, los terrenos impermeables se extienden por la mayor parte de la Campiña (margas azules, arcillas). Al igual que en los casos anteriores este carácter hay que entenderlo considerándolo en general, puesto que en la Campiña existe una capa superficial alterada que establece unas condiciones especiales en la dinámica del agua.

En la Campiña, debido a la litología existente (arcillas con alta porosidad) aparece un suelo muy desarrollado que recoge bastante cantidad de agua, pero en este caso la retiene. Sólo en las zonas con mayor contenido en arenas aparecen manantiales y pozos de mínimo caudal.

En las zonas medias y bajas el drenaje es deficiente debido a la escasa percolación y a la escorrentía poco activa. Pudiéndose cambiar estas condiciones a otras más aceptables en los depósitos pliocenos tipo raza que existen al SE del término municipal.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

En esta unidad destaca la presencia de las clases agrológicas II y III.

En la clase agrológica II se incluyen aquellos suelos que presentan alguna limitación que restringe la gama de especies vegetales cultivadas o hace necesario el empleo de prácticas de conservación moderadas tales como laboreo según curvas de nivel o cultivo en fajas. Están muy extendidas por ésta macrozona, las subclases IIw y IIs, por limitaciones al uso del suelo y restricción en la gama de plantas cultivadas por problemas de encharcamiento, deficiencia de drenaje interno y salinidad La textura muy desequilibrada (arcillosa) implicaría una clasificación de estos suelos en clases más altas, así como las pendientes medias, superiores a las consideradas normales en clase II, pero la limitada erosión y la gran potencialidad productiva de estas tierras de "La Campiña" aconsejan clasificarlas agrológicamente en esta clase, como indica su uso actual en agricultura intensiva de secano de alta producción.

En la clase agrológica III, en la que se clasifican los suelos que presentan suficiente profundidad para el establecimiento regular de un cultivo herbáceo. La pendiente del terreno admite el cultivo mecanizado, sí bien con ciertas dificultades. Los suelos en esta clase tienen limitaciones que reducen la gama de especies vegetales a cultivar y requieren prácticas de conservación difíciles de aplicar o costosas. Se debe efectuar el laboreo y la realización de otras prácticas por curvas a nivel del terreno. Se admiten drenajes deficientes en forma limitada así como algunos defectos en relación con la pedregosidad o rocosidad, sin que esto resulte obstáculo grave para las labores y para la rentabilidad de los cultivos. Los suelos de esta clase son frecuentes en esta unidad, diferenciándose de los de clase II de la misma unidad, a pasar de su aparente semejanza, por problemas de pendientes (10%). Asimismo se incluyen terrenos con limitaciones en la zona de raíces IIIs (profundidad del suelo, pedregosidad, rocosidad) y algunos terrenos cultivados en labor intensiva de secano con limitaciones por erosión, es decir en la subclase IIIe.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Destacan dentro de los cultivos arbóreos, el olivar, ampliamente extendido por todo el municipio tanto en sierra como en campiña, si bien el mayor número de ellos parece con centrarse en la Campiña. Se dedican, excepto pequeñas manchas de la Vega dedicadas al verdeo para almazara.

Con respecto a los cultivos no arbóreos, destacamos los cultivos de secano, practicados en toda esta unidad, que se trabajan de forma intensiva, en lo que se ha dado en llamar barbecho semillado. Estos cultivos son típicamente cerealistas, alternando con el girasol. También existen pequeñas zonas de viñedo, que en esta comarca son más bien escasas.

F/. Paisaje.

Esta unidad es, no cabe duda, un conjunto muy homogéneo desde muchos de vista incluyendo el paisajístico. Esta zona incluye los espacios que quedan fuera de las ya señaladas (Vega del río Guadajoz y Zonas Altas Interiores) y corresponde al concepto más generalizado de la Campiña. La visibilidad es muy peculiar por el relieve alomado.

No obstante, podemos mencionar el efecto paisajístico generado por el denominado Talud hacia el Valle del Guadalquivir. Éste cierra la vista desde la vega hacia el sur. Corresponde en cierta medida a la zona baja de la caída de la sierra alcanzando unas cotas parecidas, unos 300 metros. Desde el límite con la vega la visibilidad sube en un gradiente que alcanza el máximo en lo alto de los cerros y que se "introduce" en los valles afluentes al Guadalquivir.

UA4. CAUCES Y RIBERAS DEL RÍO GUADALQUIVIR.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

En las riberas del río Guadalquivir se pueden diferenciar los materiales ligados a los cursos de agua, puesto que su origen, disposición y características dependen de éstos. El Guadalquivir discurre en el contacto de la Campiña y la Sierra y su acción fluvial durante el Cuaternario se ha manifestado por una parte en una erosión indirecta del relieve del borde de la meseta, apareciendo una red fluvial secundaria de carácter erosivo que se ha desarrollado sobre materiales duros y antiguos.

Por otra parte, los procesos de sedimentación se restringen a la aparición de niveles de terrazas y fluviales y a depósitos de tipo coluvionar que provienen de la desnudación del borde de la meseta, poniéndose en contacto entonces con los materiales aluvionares del río, y así en la zona del término municipal es frecuente encontrar los niveles de terrazas fluviales localizados en la margen sur del río Guadalquivir, mientras que en la margen norte, los depósitos de coluvión enmascaran los niveles de terraza.

Los coluviones (conos de deyección) están configurados comodepósitos caóticos de régimen de arroyada formados por cantos de caliza en una pasta margosa-arcillosa, poco consolidados. Mientras que las formaciones aluviales del Plioceno aparecen compuestas fundamentalmente de aluvial, conglomerados, gravas, arenas, limos y arcillas.Gravas de cantos medios a gruesos, redondeados, totalmente sueltos de composición muy variable, arenas sueltas y limos.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Las características geotécnicas de los cauces y riberas del río Guadalquivir vienen determinadas fundamentalmente por los riesgos relacionados con procesos propios de la dinámica fluvial, que se manifiesta en la actividad meandriforme de los ríos, con erosión y desplazamiento del curso del río a través del cauce con riesgos para edificaciones y otras obras de infraestructura. Otro riesgo es la posibilidad de inundaciones por avenidas del río (ver mapa de riesgos de inundación). Afecta principalmente al lecho mayor del río que coincide aproximadamente con la llanura aluvial. Por consiguiente, y en orden a todo lo expuesto, es obvio comentar que las condiciones constructivas en esta unidad son MUY DESFAVORABLES.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

La principal arteria de la zona es el río Guadalquivir, en su curso medio, pero además existen afluentes importantes por su margen derecho, provenientes de la Sierra como el río Guadiato, el Guadalmellato y otros arroyos menores. En su margen izquierda está el río Guadajoz como principal afluente y otros arroyos de régimen más estacional que provienen de la Campiña.

A lo largo del cauce del río Guadalquivir encontramos acuíferos libres-aluviales. Como ya se ha descrito son acuíferos superficiales, normalmente en estrecha relación con la red fluvial, ocupan los terrenos más bajos, aluviales y terrazas bajas, el agua está a poca profundidad y la recarga se efectúa fundamentalmente por el propio subálveo del río, y en menor medida por precipitaciones. La VULNERABILIDAD de estos acuíferos es MUY ALTA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La base geológica de las riberas del río Guadalquivir que las configura como un depósito cuaternario a lo largo del río, incluyéndose los aluviales más recientes del río y las diferentes terrazas determina una edafología de suelos poco evolucionados formados por aportes fluviales, constituidos, por sedimentos fluviales y desarrollados sobre éstos.

Tanto los aluviales como las terrazas ligadas al río presentan un carácter más arcilloso. Las terrazas más antiguas son conglomerados, con soporte subyacente de arcillas margosas. La terraza más moderna se compone de gravas, arenas y lentejones arcillosos.

La topografía es muy plana con pendientes inferiores al 3 %.

No obstante, el factor principal limitante de la capacidad y uso agrícola de esta unidad es su carácter inundado en el cauce o inundable en sus riberas, por lo que cualquier uso agrícola en la ribera estará condicionado por este hecho.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

La vegetación natural se extiende por esta unidad en diferente medida, destacando fundamentalmente la vegetación riparia en los bordes del curso de agua. Se trata vegetación riparia con o sin chopos.

Destacamos las choperas de las márgenes del Guadalquivir allí donde no han sido arrasadas por el hombre. Se integran en la asociación Salici-Populetum, de la que ya hablamos en la introducción donde dominan Populus alba y Salie sp. Por tratarse de una asociación de apetencias basofilas no penetra en los ríos serranos, ni tampoco en otros cauces de la Campiña, en donde el caudal de los mismos no esta asegurado todo el año.

F/. Paisaje.

Dentro de la Vega, el río Guadalquivir y su entorno de vegetación de ribera forman un elemento lineal y concreto que vertebra el paisaje de la Vega. La regeneración del río es un requisito necesario para su utilización recreativa tradicional en Córdoba.

UA5. LLANURA AGRÍCOLA DE LA VEGA DE CÓRDOBA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Desde este punto de vista se pueden diferenciar los materiales ligados al río Guadalquivir, puesto que su origen, disposición y características dependen de éste. Por ello encontramos formaciones aluviales del Plioceno presentes en toda vega del río Guadalquivir, entre las que podemos citar los materiales aluviales formados porconglomerados, gravas, arenas y limos rojos.

Por otra parte, destacan los niveles de terraza, entre los podemos destacar los siguientes: nivel de terraza 1 y nivel de terraza 2: conglomerados, gravas, arenas y arcillas.Los niveles más antiguos de terrazas están formados por conglomerados y gravas sueltas en una matriz arenosa o limosa. Aquí es frecuente encontrar colores rojizos o rojos oscuros por alteración y formando costras duras.Nivel de terraza 3: conglomerados, gravas, arenas, limos y arcillas. La terraza más baja está formada por gravas poco cementadas de cantos de tamaño medio, con areniscas y lodos.

En el contacto de la unidad de la Vega con la Sierra, zonas al oeste de Córdoba, encontramos formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno: arenas biocalcáreas, margas verde-amarillentas y biomicritas arenosas, facies flyschoide (depósito alóctono).

El relieve producido por estos materiales lleva a configurar llanuras aluviales y niveles de terrazas separados en muchos casos por pequeños taludes y escarpes de terraza de escasa continuidad lateral. Las superficies de las llanuras aluviales y los niveles de terrazas bajas se sitúan entre los 100 y 150 metros, dentro del municipio cordobés. La vega del Guadalquivir es la más ancha, hay sectores con más de 5 km. de borde a borde, pudiéndose apreciar en ellas una topografía de escarpes y taludes entre los diferentes niveles de depósitos fluviales existentes.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Las características geotécnicas de la Vega son en conjunto de tipo medio, afectadas por una serie de problemas que se comentan a continuación.

En general, sus condiciones constructivas oscilan entre ACEPTABLES Y FAVORABLES. No obstante, debemos mencionar que podemos encontrar procesos y riesgos geológicos de especial transcendencia en esta zona, puesto que la mayor parte de los asentamientos urbanos e industriales, así como muchas otras actividades de desarrollan en ella. Se pueden citar, en primer lugar los procesos existentes en la franja de interacción Sierra–Vega, como es el caso de los procesos de erosión– deposición de material en los conos de deyección de los torrentes de la sierra, que durante períodos de fuertes precipitaciones erosionan de manera activa las vertientes de la sierra y depositan los sedimentos al llegar a la vega por existir un cambio de pendiente que no permite el transporte del material. Estos aterramientos son poco frecuentes pero pueden afectar a caminos, edificaciones, etc..

Otro proceso que se da en esta franja es el producido por la karstificación de la biomicritas, calizas del Mioceno, que por procesos de disolución de los carbonatos forman oquedades y cavernas con el consiguiente riesgo para la edificación. Hay que señalar aquí que las calizas miocenas que se extienden como manchones por el borde de la sierra y la vega es un material con deficientes características geotécnicas en todos los sentidos, no solamente por los riesgos que presenta, sino que además posee muy baja capacidad de carga y una capa superior alterada de carácter arcilloso muy poco fiable.

Los materiales sueltos y poco consolidados que en general existen en esta unidad ambiental, poseen unas condiciones geotécnicas muy variables según el punto de localización, pero en conjunto se puede decir que cuanto más recientes son los materiales menor es sus capacidad de carga y mayores los asentamientos previsibles, así en el lecho mayor del río estos problemas se agravan con la presencia de agua a escasa profundidad sin embargo en los niveles más antiguos de terraza, cementados, la capacidad de carga puede ser muy elevada y con escasos asentamientos.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

La principal arteria que cruza esta unidad es el río Guadalquivir, en su curso medio, pero además existen afluentes importantes por su margen derecho, correspondientes a la Sierra como el río Guadiato, el Guadalmellato y otros arroyos menores. En su margen izquierda está el río Guadajoz como principal afluente y otros arroyos con un régimen más estacional.

En esta unidad podemos encontrar terrenos permeables que se corresponden a los aluviales. Los materiales con mayor fracción arenosa poseen una permeabilidad más elevada, aunque existe un alto contenido en arcillas que disminuye la permeabilidad de estos sedimentos cuando los consideramos en su conjunto. Por tanto, aún cuando estos aluviales se consideran permeables la transmisividad o velocidad de propagación del agua dentro del sedimento no es muy elevado. Son zonas con acuíferos en formaciones permeables por porosidad intergranular.

Y, por otra parte, terrenos semipermeables que se corresponden a materiales con distintas litologías, entre las que se encuentran los distintos depósitos de niveles de terraza, una franja de coluviones de la vega del Guadalquivir y formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno en el contacto de la Vega con la Sierra.

Coincidente con los terrenos permeables encontramos zonas de recarga que confieren una VULNERABILIDAD MEDIA a los acuíferos y en las zonas más próximas al río, acuíferos libres subálveos, cuya VULNERABILIDAD es considerada como MUY ALTA. En las zonas que coinciden con los formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno encontramos acuíferos por fisuración-fracturación, de VULNERABILIDAD ALTA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La llanura agrícola de Vega se configuran como un gran depósito cuaternario a lo largo del río Guadalquivir, de gran anchura (4-5 Km), incluyendo los aluviales más recientes del río y las diferentes terrazas, e incluso depósitos coluviales de piedemonte.

La topografía es muy plana con pendientes inferiores 3 % excepto en los bordes de contacto de la Vega con la Sierra que alcanza el 5 %.

Los suelos son los típicos de Vega, suelos poco evolucionados, de aportes fluviales, constituidos por sedimentos fluviales y desarrollados sobre éstos.

Los perfiles tipo son (A) C, AC, A(B)C, e incluso ABCaC, éstos últimos junto con los ABgCac; que son SUELOS LAVADOS con PSEUDOGLEY y SUELOS PARDOS sobre terrazas y piedemontes.

Son pues según la clasificación americana del USDA, Entisoles, respondiendo respectivamente a los grandes grupos, Fluvents, suelos aluviales (las vegas); psaments, regosoles arenosos y Acualfs (alfisoles) los suelos lavados con pseudogley, o bien Acuepts (Inceptisol, con pseudogley de superficie).

En esta unidad predomina en prácticamente toda su extensión, la clase agrológica I. Los suelos de esta clase no presentan limitaciones que restrinjan su explotación o éstas son muy pequeñas. Permiten el cultivo de una amplia gama de especies vegetales y cualquier otro aprovechamiento con alta productividad. Son suelos llanos o con muy ligeras pendientes, generalmente bien drenados, con condiciones favorables para la retención de agua, de alta fertilidad o que responden con altos incrementos de productividad a los aportes de fertilizantes. Son por tanto "suelos agrícolas" de muy alta potencialidad productiva (Indice de TURC C.A. = 60).

También hemos observado puntualmente la presencia de subtipos de la clase agrológica II: fundamentalmente subtipos IIs (limitaciones en la zona de raíces) y IIe (afectados por la erosión) y IIc (limitaciones de agua de riego) que presentan alguna limitación que restringe la gama de especies vegetales cultivadas o hace necesario el empleo de prácticas de conservación moderadas tales como laboreo según curvas de nivel o cultivo en fajas.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

En la llanura agrícola de Vega los usos agrarios predominantes se corresponden cultivos de regadío, que se extienden por la amplia y rica Vega del Guadalquivir y entre otros cabe destacar en ella los cultivos de remolacha, maíz, algodón, etc.

No obstante, al este de Córdoba, el regadío deja paso en una superficie importante de cultivos de secano, que se trabajan de forma intensiva, en lo que se ha dado en llamar barbecho semillado.

F/. Paisaje.

La Vega del Guadalquivir es una zona llana, mosaico de cultivos y aprovechamientos diversos desde un punto de vista paisajístico y con un gran potencial productivo. En peligro por el uso urbano del suelo como ocurre en otras semejantes en nuestro país. Puede poseer capacidad de integrar impactos hasta cierto punto, pero no de absorber volúmenes elevados de edificación.

UA6. LLANURA DE LA CAMPIÑUELA-MONTONCILLO.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

En esta unidad encontramos formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno: biomicritas arenosas y recristalizadas, areniscas calcáreas bioclásticas y microconglomerados calcáreos bioclásticos.En la zona de contacto con la sierra aparece exclusivamente el tramo calcáreo, inmediatamente encima de las rocas paleozoicas, como manchas extensas más abundantes hacia el borde sur.

Pues como decimos, los materiales calcáreos hacen su presencia en esta unidad. Se trata de dolomías, calizas y mármoles; de época Cámbrica y de carácter carbonatado, son los niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas). Por metamorfismo de contacto con los granitos se transforman en mármoles.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Encontramos dos valoraciones según las condiciones constructivas de los terrenos esta unidad. Una, con condiciones ACEPTABLES que se corresponden a materiales con buena capacidad portante con algún asentamiento ligero o bien en donde es posible la existencia de pequeños problemas de tipo geomorfológico o litológico. Se incluyen en esta valoración, los depósitos de calizas miocenas con suaves pendientes que llegan prácticamente hasta la Vega, en este caso la valoración se debe a la capacidad de carga de tipo medio, con la existencia de posibles problemas de oquedades.

Por otra parte, la mayor parte de la unidad está formada por manchones irregularmente repartidos que son valorados como DESFAVORABLES, por la existencia en ellos de procesos y riesgos de tipo geomorfológico, hidrológicos y erosivos. Se incluyen también las calizas con baja capacidad de carga y fuertes asentamientos.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Coincidentes con las formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno encontramos acuíferos por fisuración-fracturación, cuya VULNERABILIDAD ha sido catalogada de ALTA.

El resto de la unidad se compone de zonas sin acuíferos, por lo que la VULNERABILIDAD es considerada como BAJA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

El borde de la unidad en contacto con las zonas urbanas de la ciudad de Córdoba encontramos clase agrícola IV. Se incluye en esta clase los terrenos marginales para cultivos agrícolas que presentan factores limitantes graves tanto en la capacidad productiva como en la conservación de la misma. Estos suelos, solo son convenientes para dos o tres tipos de cultivos o las producciones son bajas. Fundamentalmente se trata del subtipo IVs, según que la limitación predominante sea la pendiente (y por tanto la erosión). Dentro de la clase agrológica V, se localiza un franja de la subclase V que presenta graves problemas de profundidad, rocosidad, pedregosidad lo que le convierte en suelos no laborables, cuyo uso se restituye a aprovechamientos como pastos o forestal. Y por último, la mayor parte de la unidad se encuentra catalogada dentro de la clase agrológica VI, a cuya clase pertenecen los suelos no laborables, sea a causa de sus condiciones climáticas y edafológicas, sea por grave peligro de erosión; aquí destaca igualmente la subclase VIs que engloba aquellos terrenos con deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Dadas las características edáficas y litológicas descritas en los puntos anteriores en la unidad delimitada encontramos dehesas de encinas-acebuches y alcornoques que tienen lugar por aclareo y posterior pastoreo de los encinares de esta zona. En estas dehesas no sólo se dedican a la ganadería, si no que, en zonas donde la pendiente lo permite, se cultivan especies cerealistas.

Las dehesas en esta unidad han evolucionado hacia el abandono viéndose invadidas por matorral. El siguiente paso de esta evolución ha producido formaciones de monte bajo que constituyen la primera etapa de sustitución de bosques climácicos, y que en situaciones clímax constituirían su orla protectora. Así, posteriormente, en estas antiguas dehesas que se han dejado de practicar el pastoreo, condición por otra parte indispensable para su mantenimiento como tal dehesa. Por ello el pastizal se ha embastecido, no siendo apto para el consumo del ganado, o bien ha sido colonizada por el matorral circundante, generalmente por jaras y aulagas. Se trata de la última etapa de degradación fruticosa de los bosques climácicos que ocupaban amplias extensiones en la zona serrana del territorio. El pastizal suele ocupar zonas ya muy degradadas y alteradas, donde ha sido barrido todo resto de vegetación leñosa.

F/. Paisaje.

Desde el punto de vista del paisaje, esta unidad puede ser entendida como el conjunto formado por la caída tendida que rodea a la carretera que sube a Cerro Muriano a partir de la zona del Brillante al oeste constituyendo una zona que se aparta de la morfología general del frente de sierra configurándose un espacio característico a base de valles paralelos que caen suavemente hacia la Vega. Esta morfología tendría una capacidad de acogida ante impactos relativamente alta desde el punto de vista paisajístico. Por otra parte, como zona de mayor confort climático relativo ha sido urbanizada en su parte más próxima a Córdoba capital.

UA7. CAUCE Y RIBERAS DEL RÍO GUADIATO-GUADAMUÑO.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

El cauce del río Guadiato discurre por el borde de la meseta que se manifiesta aquí como una zona en donde es frecuente encontrar afloramientos de rocas antiguas, Precámbrico y Cámbrico, de gran extensión, junto con manifestaciones de plutonismo y vulcanismo, en forma de bandas estrechas y alargadas, sobre todo en la región más septentrional.

Los materiales están afectados por plegamientos hercinianos, con una complejidad téctonica influenciada además por la intrusión de plutones graníticos, como se puede comprobar además por la presencia de una red de fracturas de distinta edad y una serie de filones de pórfidos graníticos.

En conjunto, los materiales de esta zona de la sierra poseen el carácter de antiguos, consistentes, en algún caso de tipo cristalino lo que hace que se comporten como zócalo frente a manifestaciones tectónicas posteriores (posthercinianas).

Destacamos, en una descripción de oeste a este, las siguientes formaciones litológicas por las que discurre el río Guadiato:

Formaciones extrusivas. Volcánicas (Riolitas, Espilitas y Quedatofidos). Se trata de un paquete volcánico de riolitas y queratófidos ferríferos, de color morado con niveles de pizarra intercaladas. Volcánicas (Traquitas). En concordancia con los estratos del grupo anterior aparecen dentro de la formación pizarroso-arenosa una serie de rocas efusivas de tipo ácido, intermedio y básico que producen resalte en el relieve. Son rocas volcánicas intercaladas en la serie sedimentaria, la más abundantes son traquitas, existiendo espilitas, todas riolíticas y queratifídicas.

Dolomías, Calizas y Mármoles. De época Cámbrica y de carácter carbonatado, son los niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas). Por metamorfismo de contacto con los granitos se transforman en mármoles.

Formaciones esquistosas. Complejo metamórfico constituido por micacitas de grado medio de metamorfismo, alternando con gneises microglandulares y anfibolitas. Las rocas más abundantes son las micacitas (moscovita y biotita). La facies metamórfica es de tipo más intenso que las del resto de los materiales que les rodean. Litoarcosas y Pizarras. Desde el punto de vista litoestratigráfico se pueden establecer cuatro grandes unidades, pero que a los afectos de este trabajo se pueden sintetizar en cuatro grandes grupos litológicos. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcitas blanquecinas, también de carácter arcósico.

Formaciones intrusivas. Granito. Por su composición se puede considerar como un granito de tipo normal que ha podido sufrir reacciones de asimilación de la roca caja, que hacia el oeste le dan un carácter más alcalino. Los minerales principales son ortosa, cuarzo, plagioclasa y biotita; como accesorios destaca la mesa metálica y fluorita, incluidos en la única. Pórfidos Graníticos. En este grupo se incluyen las rocas filonianas, tales como los pórfidos graníticos y el espato fluor (F). Los pórfidos graníticos están formados por cristales de plagioclasa caulinizada, cuarzo y ortosa como minerales principales.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

La mayor parte de la unidad se encuentra valorada como MUY DESFAVORABLE. Es un área afectada por relieves muy acusados. Esta zona de la sierra presenta las características geotécnicas más variadas de todo el término municipal. Las variadas litologías presentes así como los factores de hidrología y morfología antes comentadas son responsables de los diversos tipos de problemas y condiciones geotécnicas existentes.

En conjunto los materiales de la sierra presentan una elevada capacidad de carga, ya que son rocas que han sufrido procesos metamórficos o diagenéticos que las confieren cierta dureza y compacidad; por el contrario los esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas producen cierto grado de fracturación que afecta negativamente a esta capacidad portante.

A su vez, los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes.

La confluencia de las problemas ya comentados por los derivados de una especial dinámica hidrológica dan lugar a procesos y riesgos geológicos que se pueden resumir en dos tipos: deslizamientos y erosión activa.

En general, dentro de la zona de esta unidad se pueden distinguir tres tipos de áreas con caracteres geotécnicos distintos:

1.Por un lado están las rocas agrupadas dentro de las ígneas, metamórficas y volcánicas, con morfología suaves o llanas, resistentes a la erosión y con pocos recubrimientos, poseen una capacidad de carga muy elevada y en la práctica con inexistencia de asientos.

2.Por otra parte se tienen a las rocas cámbricas y carboníferas, también en zonas llanas, más o menos tectonizadas y con recubrimientos por alteración, su capacidad de carga se considera de media a alta, con algún posible asentamiento según zonas, y problemas ligadas a la lajosidad o los recubrimientos.

3.Por último, un tercer grupo en donde independientemente del tipo de roca el factor decisivo es la morfología, que normalmente es muy marcada con unas pendiente muy acusadas. La presencia de abundantes procesos y riesgos son los factores geotécnicos más característicos

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

La acción fluvial produce en esta zona en particular y en el conjunto de la sierra en general, unos incisivos valles en V, muy profundos y espectaculares cuando los materiales son duros, como ocurre en las zonas metamórficas e ígneas. A su paso por las rocas carboníferas, algo más blandas, se mantienen grandes valles en V pero no tan profundos y encajados como los anteriores.

El río Guadiato discurre hasta su confluencia con el Guadamuño sobre terrenos impermeables, que constituyen una capa superficial alterada que establece unas condiciones especiales en la dinámica del agua. Por ejemplo, la capa superficial alterada de muy poca profundidad recoge el agua que percola y la drena rápidamente en la red de barrancos que allí existe, dando lugar a suelos poco desarrollados.

La totalidad del cauce de los ríos Guadiato y Guadamuño discurren por zonas sin acuíferos, por lo que la VULNERABILIDAD es considerada como BAJA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La unidad agrupa espacios incluidos en las siguientes clases agrológicas:

Clase agrológica VI. Pertenecen a esta clase los suelos no laborables, sea a causa de sus condiciones climáticas y edafológicas, sea por grave peligro de erosión, por lo cual su aprovechamiento más habitual es el de pastizal, explotación forestal o bien reserva natural. Se encuentran situados en zonas con pendientes fuertes (subclase VIe), pero con suficiente humedad para mantener la vegetación herbácea y permitir su aprovechamiento al menos en alguna estación del año.

Clase agrológica VII. No permiten otro aprovechamiento que sus pastos, o la explotación forestal, reserva natural o alguna de sus combinaciones, bien por la excesiva pendiente del terreno, que las expone a rápidos procesos erosivos, bien por el escaso espesor del suelo agrícola.

Clase agrológica VIII. Se incluyen las superficies cuyo aprovechamiento productivo es imposible por diversos factores limitantes (pendientes, afloramientos rocosos, zonas urbanas, vías de comunicación, ríos, etc.).

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Los límites de esta unidad ambiental discurren en su mayor parte por espacios con vegetación potencial normal de la Sierra está constituida por un encinar-pinar-alcornocal y acebuchar, dándose una casi total ausencia de actividad agrícola. Ahora bien, en el transcurso del tiempo, la acción antrópica, ha alterado más o menos profundamente este bosque, destruyéndolo aclarándolo, etc..., haciendo así que se forme un complejo mosaico de este bosque con sus etapas regresivas, siendo posible reconocer en muchas parcelas, representantes de las etapas de bosques, monte bajo y matorral juntos, al tiempo que se pueden reconocer encinares en casi todos los estados de evolución o degradación posible.

No obstante todavía es posible reconocer amplias manchas de encinar puro en las laderas del Río Guadiato, desde donde cruza la carretera que viene desde Santa María de Tras-Sierra hasta su desembocadura.

El alcornocal se hallan extendido en menor medida, encontrándose relegados a depresiones húmedas, y zonas de umbrías, es decir en general a lugares donde por acción de la topografía se consigue un microclima más húmedo. Sin embargo, no es infrecuente observar, en situaciones favorecidas. Ya aparición de pies de alcornoques sueltos entre el encinar dominante, si bien no se pueden considerar como alcornocales típicos. Estas situaciones no se reflejan en el mapa, debido a su escasa superficie y a su gran dispersión por toda la Sierra.

F/. Paisaje.

La unidad se presenta como una zona de visibilidad característica "encajada" correspondiente al fondo de valle y zonas periféricas a los cauces. Se pueden considerar de baja visibilidad pero este criterio se suma a su valor intrínseco de zonas recogidas y con un confort ambiental (muy importante en el estilo cordobés) relativamente alto propiciado por las sombras y la mayor humedad ambiental.

UA8. CAUCES Y ARROYOS DE LA SIERRA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Al que comentamos para la unidad anterior los cauces y arroyos de la Sierra discurren por todo el conjunto de materiales que componen esta macrozona, siendo los siguientes:

Formaciones extrusivas. Volcánicas (Riolitas, Espilitas y Quedatofidos). Se trata de un paquete volcánico de riolitas y queratófidos ferríferos, de color morado con niveles de pizarra intercaladas. Volcánicas (Traquitas). En concordancia con los estratos del grupo anterior aparecen dentro de la formación pizarroso-arenosa una serie de rocas efusivas de tipo ácido, intermedio y básico que producen resalte en el relieve. Son rocas volcánicas intercaladas en la serie sedimentaria, la más abundantes son traquitas, existiendo espilitas, todas riolíticas y queratifídicas.

Dolomías, Calizas y Mármoles. De época Cámbrica y de carácter carbonatado, son los niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas). Por metamorfismo de contacto con los granitos se transforman en mármoles.

Formaciones esquistosas. Complejo metamórfico constituido por micacitas de grado medio de metamorfismo, alternando con gneises microglandulares y anfibolitas. Las rocas más abundantes son las micacitas (moscovita y biotita). La facies metamórfica es de tipo más intenso que las del resto de los materiales que les rodean. Litoarcosas y Pizarras. Desde el punto de vista litoestratigráfico se pueden establecer cuatro grandes unidades, pero que a los afectos de este trabajo se pueden sintetizar en cuatro grandes grupos litológicos. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcitas blanquecinas, también de carácter arcósico.

Formaciones intrusivas. Granito. Por su composición se puede considerar como un granito de tipo normal que ha podido sufrir reacciones de asimilación de la roca caja, que hacia el oeste le dan un carácter más alcalino. Los minerales principales son ortosa, cuarzo, plagioclasa y biotita; como accesorios destaca la mesa metálica y fluorita, incluidos en la única. Pórfidos Graníticos. En este grupo se incluyen las rocas filonianas, tales como los pórfidos graníticos y el espato fluor (F). Los pórfidos graníticos están formados por cristales de plagioclasa caulinizada, cuarzo y ortosa como minerales principales.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Lo expresado para la unidad anterior, UA7, es aplicable íntegramente a esta unidad, por lo que repetir lo dicho resultaría reiterativo. En síntesis, la mayor parte de la unidad se encuentra valorada como MUY DESFAVORABLE.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

La red de cauces y arroyos de la Sierra es relativamente densa, condicionada de carácter torrencial, muy incisiva, generadora de relieve con excavación continua en barrancos y torrentes sobre los duros materiales sobre los que actúa. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Este drenaje se ve favorecido por las elevadas pendientes existentes en amplias zonas de la Sierra. Al contacto con la vega, la potencia erosiva y carácter torrencial de la red se ve disminuida por el brusco cambio de pendiente, siendo entonces más frecuente un régimen deposicional de sedimentos y un menor desarrollo de ramificaciones secundarias, dando lugar a cursos longitudinales que terminan en el Guadalquivir o en los subálveos de la Vega.

Los cauces y arroyos de la sierra se consideran de drenaje favorable por escorrentía superficial muy activa. En las zonas en donde el escaso valor de la pendiente no favorece el desarrollo en la red fluvial el drenaje se considera aceptable, produciéndose ésta de manera mixta, mediante escorrentía y percolación. En la Sierra prácticamente no hay zonas con drenaje deficiente.

La totalidad de estos arroyos discurren por zonas sin acuíferos, por lo que la VULNERABILIDAD es considerada como BAJA. No obstante, los arroyos centrales coinciden con zonas de recarga, considerándose la vulnerabilidad como MEDIA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La unidad agrupa espacios incluidos en las siguientes clases agrológicas:

Clase agrológica VI. Pertenecen a esta clase los suelos no laborables, sea a causa de sus condiciones climáticas y edafológicas, sea por grave peligro de erosión, por lo cual su aprovechamiento más habitual es el de pastizal, explotación forestal o bien reserva natural. Se encuentran situados en zonas con pendientes fuertes (subclase VIe), pero con suficiente humedad para mantener la vegetación herbácea y permitir su aprovechamiento al menos en alguna estación del año.

Clase agrológica VII. No permiten otro aprovechamiento que sus pastos, o la explotación forestal, reserva natural o alguna de sus combinaciones, bien por la excesiva pendiente del terreno, que las expondría a rápidos procesos erosivos, bien por el escaso espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Los arroyos de la Sierra al oeste del término municipal discurren en su mayor parte por espacios con vegetación potencial natural de la Sierra está constituida por un encinar-pinar y acebuchar, dándose una casi total ausencia de actividad agrícola. Ahora bien, en el transcurso del tiempo, la acción antropozoogena, ha alterado más o menos profundamente este bosque, destruyéndolo aclarándolo, etc..., haciendo así que se forme un complejo mosaico de este bosque con sus etapas regresivas, siendo posible reconocer en muchas parcelas, representantes de las etapas de bosques, monte bajo y matorral juntos, al tiempo que se pueden reconocer encinares en casi todos los estados de evolución o degradación posible.

El alcornocal se hallan extendido en menor medida, encontrándose relegados a depresiones húmedas, y zonas de umbrías, es decir en general a lugares donde por acción de la topografía se consigue un microclima más húmedo. Sin embargo, no es infrecuente observar, en situaciones favorecidas. Ya aparición de pies de alcornoques sueltos entre el encinar dominante, si bien no se pueden considerar como alcornocales típicos. Estas situaciones no se reflejan en el mapa, debido a su escasa superficie y a su gran dispersión por toda la Sierra.

Por su parte, los arroyos de la Sierra al Este discurren por dehesas que han evolucionado hacia el abandono viéndose invadidas por matorral, formaciones de monte bajo, pasando el pastizal ha colonizar estos espacios.

F/. Paisaje.

Al igual que la unidad anterior estos arroyos y cauces se plasman territorialmente como zonas de visibilidad característica "encajada" correspondiente al fondo de pequeños valle y zonas periféricas a los cauces. Se pueden considerar de baja visibilidad pero este criterio se suma a su valor intrínseco de zonas recogidas y con un confort ambiental.

UA9. EMBALSE DE SAN RAFAEL DE NAVALLANA Y SU ENTORNO.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Esta unidad recoge la presencia casi en su totalidad de formaciones esquistosas, que se componen de los siguientes materiales:

Micacitas, gneises y anfibolitas. Complejo metamórfico constituido por micacitas de grado medio de metamorfismo, alternando con gneises microglandulares y anfibolitas. Las rocas más abundantes son las micacitas (moscovita y biotita). La facies metamórfica es de tipo más intenso que las del resto de los materiales que les rodean.

Litoarcosas y Pizarras. Desde el punto de vista litoestratigráfico se pueden establecer cuatro grandes unidades, pero que a los afectos de este trabajo se pueden sintetizar en cuatro grandes grupos litológicos. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcitas blanquecinas, también de carácter arcósico.

Y por último, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Se localiza un área con condiciones ACEPTABLES, en el borde noreste de la unidad que se corresponde con materiales con buena capacidad portante con algún asentamiento ligero o bien en donde es posible la existencia de pequeños problemas de tipo geomorfológico o litológico.

El resto de la unidad se configura en forma de manchones irregularmente repartidos, como áreas con valoración DESFAVORABLES, a causa de las elevadas pendientes y por la existencia de procesos y riesgos de tipo erosivo. Y valoración MUY DESFAVORABLES por las causas anteriormente expuestas para esta valoración.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

El río principal que cruza esta unidad es el río Guadalmellato que desemboca en el Embalse de San Rafael de Navallana.

Esta unidad, debido a su configuración litológica (formaciones esquistosas) ocupa en su totalidad terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La unidad agrupa espacios incluidos en la clase agrológica VI que constituye suelos no laborables, a causa de sus condiciones edafológicas, a lo que hay que unir importantes procesos de erosión. Y clase agrológica VII, situados en importantes pendientes del terreno, que expone estos suelos a rápidos procesos erosivos, degenerando en suelo raquíticos desde el punto de vista agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Por su parte, la vegetación y usos del suelo predominantes son las dehesas que han evolucionado hacia el abandono viéndose invadidas por matorral y formaciones de monte bajo.

Como ya hemos comentado para otras unidades, las dehesas también han evolucionado hacia el abandono en esta unidad, viéndose invadidas por matorral. El siguiente paso de esta evolución ha producido formaciones monte bajo que constituyen la primera etapa de sustitución de bosques climácicos, y que en situaciones clímax constituirían su orla protectora. Así, posteriormente, en estas antiguas dehesas que se han dejado de practicar el pastoreo. Por ello el pastizal se ha embastecido, no siendo apto para el consumo del ganado, o bien ha sido colonizada por el matorral circundante, generalmente por jaras y aulagas. Se trata de la última etapa de degradación fruticosa de los bosques climácicos que ocupaban amplias extensiones en la zona serrana del territorio. El pastizal suele ocupar zonas ya muy degradadas y alteradas, donde ha sido barrido todo resto de vegetación leñosa.

A pesar de la escasa valoración de la capacidad agrícola del suelo de esta unidad se han implantado algunas manchas de cultivos en secano y olivar.

F/. Paisaje.

En esta unidad se ha definido una unidad de paisaje que se ha definido como de media visibilidad dentro de la Sierra. Se perciben un mosaico de zonas onduladas y mesetas ocupadas por dehesas fundamentalmente. En ellas el incremento en altura de pocos metros puede conducir a incrementos fuertes y desproporcionados en la visión que se puede alcanzar.

UA10. TRASSIERRA-AGUARDENTERA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

De época Cámbrica y de carácter carbonatado, encontramos niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas). Por metamorfismo de contacto con los granitos se transforman en mármoles.

Al sur y en contacto con las calizas encontramos formaciones cuarcíticas y conglomerados, compuestas dearcosas, conglomerados y microconglomerados.Además se da la presencia de otro grupo de materiales, éste de carácter detrítico formado por una arenisca morada de grano medio, conglomerados y microconglomerados cuya matriz es la propia arenisca, de gran variación granulométrica. La arenisca es una arcosa teñida de este color por los óxidos de hierro. Junto a estos materiales encontramos conglomerados y areniscas que se pueden distribuir en tres grupos litológicos, el primero de ellos se refiere a un conglomerado basal carbonífero constituido por cantos angulosos, redondeados o muy redondeados de 3 a 20 cms de areniscas moradas cámbricas y algún canto de volcánicas. La matriz es areniscosa. En algunos puntos el conglomerado es de calizas azules cámbricas, con cuarcitas blancas, areniscas y pizarras.

Al norte, y asimismo también en contacto con las calizas, afloran tímidamente las formaciones esquistosas, compuestas de micacitas, gneises y anfibolitas, litoarcosas, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

Y por último, en contacto con los afloramientos de materiales esquistosos, se localizan las formaciones intrusivas: granitos y pórfidos graníticos.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Respecto a este apartado podemos afirmar que los terrenos coincidentes con las formaciones calizas, cuarcíticas y conglomerados presentan unas condiciones constructivas DESFAVORABLES y los coincidentes con las formaciones esquistosas e intrusivas, condiciones ACEPTABLES y FAVORABLES.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Como ya se ha comentado la red de la Sierra es relativamente densa, condicionada de carácter torrencial, muy incisiva, generadora de relieve con excavación continua en barrancos y torrentes sobre los duros materiales sobre los que actúa. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Este drenaje se ve favorecido por las elevadas pendientes existentes en amplias zonas.

La red hidrográfica discurre por unos terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA. No obstante, en los alrededores de Trassierra y al sur y sudeste de la unidad podemos encontrar zonas de recarga cuya VULNERABILIDAD se considera MEDIA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La unidad agrupa espacios incluidos en las siguientes clases agrológicas: clase agrológica VI que constituye suelos no laborables, a causa de sus condiciones edafológicas, a lo que hay que unir importantes procesos de erosión. Y clase agrológica VII, situados en importantes pendientes del terreno, que expone estos suelos a rápidos procesos erosivos, degenerando en suelo raquíticos desde el punto de vista agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

La práctica totalidad de esta unidad se encuentra ocupada por encinar-pinar y acebuchar, dándose una casi total ausencia de actividad agrícola. Ahora bien, en el transcurso del tiempo, la acción antrópica, ha intentado alterar más o menos profundamente este bosque con su aclarado, intercalando el uso de dehesa que si degenera en abandono conduce al inicio de etapas regresivas. No obstante, el bosque mediterráneo se mantiene con gran vitalidad en esta unidad.

F/. Paisaje.

El paisaje está constituido por un mosaico de zonas onduladas y mesetas ocupadas por bosque mediterráneo fundamentalmente que se ha definido como de media visibilidad dentro de la Sierra.

UA11. LA PARRADA-LA DEHESILLA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

La mayor parte de la unidad está formada por formaciones extrusivas (volcánicas) que se pueden englobar en dos tipos principales: uno,lasriolitas, espilitas y quedatofidos, de color morado con niveles de pizarra intercaladas. Y otro, las traquitas. En concordancia con los estratos del grupo anterior aparecen dentro de la formación pizarroso-arenosa una serie de rocas efusivas de tipo ácido, intermedio y básico que producen resalte en el relieve. Son rocas volcánicas intercaladas en la serie sedimentaria, la más abundantes son traquitas, existiendo espilitas, todas riolíticas y queratifídicas.

En contacto con estos materiales y en un volumen presencial menor encontramos calizas y dolomías de época Cámbrica y de carácter carbonatado. Son niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas).

Entre ambas formaciones se localiza una banda de materiales cuarcíticos y conglomerados:arcosas, conglomerados y microconglomerados. Grupo de carácter detrítico está formado por una arenisca morada de grano medio, conglomerados y microconglomerados cuya matriz es la propia arenisca, de gran variación granulométrica. La arenisca es una arcosa teñida de este color por los óxidos de hierro.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra recoge prácticamente todas los parámetros constructivos recogidos, es decir, condiciones constructivas que van desde MUY FAVORABLES a MUY DESFAVAROBLES.

La unidad presenta las características geotécnicas más variadas de todo el término municipal. La variada características de los tipos y subtipos litológicos presentes así como los factores de hidrología y morfología son responsables de los diversos tipos de problemas y condiciones geotécnicas existentes.

En conjunto los materiales presentan una elevada capacidad de carga, ya que son rocas que han sufrido procesos metamórficos o diagenéticos que las confieren cierta dureza y compacidad; por el contrario los esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas producen cierto grado de fracturación que afecta negativamente a esta capacidad portante.

Los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Como ya se ha comentado, encontramos una red de arroyos relativamente densa, condicionada de carácter torrencial, muy incisiva, generadora de relieve con excavación continua en barrancos y torrentes sobre los duros materiales sobre los que actúa. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Este drenaje se ve favorecido por las pendientes existentes en esta zona de la Sierra.

La red de arroyos mencionada discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La unidad agrupa espacios incluidos en la clase agrológica VI que constituye suelos no laborables, a causa de sus condiciones edafológicas, a lo que hay que unir importantes procesos de erosión y limitaciones en la zona de raíces por la dureza de los terrenos. Y clase agrológica VII, situados en importantes pendientes del terreno, que expone estos suelos a rápidos procesos erosivos, degenerando en suelo raquíticos desde el punto de vista agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Esta unidad se encuentra ocupada prácticamente por dehesas de encinas, alcornoques y acebuches. Como ya se ha comentado, las dehesas, de vocación claramente ganadera aparecen en este territorio ampliamente representadas, con una densidad media aproximada de unos 40-60 pies de arboles por Ha. Se distinguen las siguientes variantes dependiendo del árbol o árboles dominantes y del estado de conservación del mismos.

Dehesas de encinas. Tienen lugar por aclareo y posterior pastoreo de los encinares de los encinares de la zona. Bajo estas condiciones se consigue que del pasto primario que se desarrolla en una primera fase, se pase por pastoreo a una pastizal vivaz dominado por la gramínea poa-bulbosa, en sus dos variedades, var. Bulbosa y var vivipara, que forma un denso césped que se mantiene verde desde las primeras lluvias de otoño hasta principios del verano y que constituye un excelente pasto para el ganado ovino.

En ocasiones estas dehesas no se dedican a la ganadería, si no que, en zonas donde la pendiente se cultivan especies cerealistas, siendo entonces menor el número de pies por Ha. Tanto en estos casos como en los anteriores, la encina constituye una magnifico motor que bombea sales minerales de los horizontes inferiores del suelo a los superiores por medio de la hojarasca de la misma, permitiendo así un cielo de nutrientes más efectivo.

Dehesas de alcornoques. En estas el árbol que forma el dosel es el alcornoque (Quercus saber). Funcionan exactamente igual que los anteriores y se encuentran distribuidos en zonas similares a las de los alcornocales. Como carácter peculiar, únicamente señalar, que al estar en zonas más húmedas, el pasto, que sigue siendo un majada de Poa-bulbosa, en zonas donde la humedad edáfica es mayor, deja paso a un vallicar dominado por especies del genero Agrostis, gramínea de media talla que constituyen, por mantenerse verdes en el verano buenos agostaderos. Por su mayor frescura se puede mantener el ganado bovino.

Dehesas de encinas y acebuches. Corresponden al tipo de dehesa desarrollada sobre el complejo encinar-acehuchar, se extiende por el área de esta y es con diferencia la más seca de tres enumeradas.

Pese a la importancia de la dehesa, ésta ha sido sustituida en algunas porciones por olivar.

F/. Paisaje.

El paisaje de esta unidad está constituido por un mosaico de zonas onduladas y mesetas ocupadas por dehesas fundamentalmente que se ha definido como de media visibilidad dentro de la Sierra.

UA12. LAS JARAS-LOS ARENALES .

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Haciendo un recorrido de norte a sur dentro de esta unidad, encontramos en primer lugar los materiales pertenecientes a las formaciones intrusivas que ponen en contacto Sierra Morena con la Meseta. Ya ampliamente comentadas estas formaciones se componen de granito, que por su composición se puede considerar como un granito de tipo normal que ha podido sufrir reacciones de asimilación de la roca caja, que hacia el oeste le dan un carácter más alcalino. Los minerales principales son ortosa, cuarzo, plagioclasa y biotita; como accesorios destaca la mesa metálica y fluorita, incluidos en la única. Pórfidos Graníticos. En este grupo se incluyen las rocas filonianas, tales como los pórfidos graníticos y el espato fluor (F). Los pórfidos graníticos están formados por cristales de plagioclasa caulinizada, cuarzo y ortosa como minerales principales.

Seguidamente en contacto con las formaciones anteriores afloran las formaciones esquistosas, compuestas de micacitas, gneises y anfibolitas, litoarcosas, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

Finalmente, afloran calizas y dolomías, de época Cámbrica y de carácter carbonatado, encontramos niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas). Por metamorfismo de contacto con los granitos se transforman en mármoles.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra recoge parámetros constructivos que van desde ACEPTABLES a MUY DESFAVAROBLES.

En conjunto los materiales presentan una elevada capacidad de carga, ya que son rocas que han sufrido procesos metamórficos o diagenéticos que las confieren cierta dureza y compacidad; por el contrario los esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas producen cierto grado de fracturación que afecta negativamente a esta capacidad portante. Los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes.

Los deslizamientos en estas zonas han de entenderse como un proceso mixto en el que intervienen tanto el desprendimiento de bloques como deslizamientos propiamente dichos. Se producen en zonas con cierta pendiente en la que existen variedades litológicas entre estratos duros, poco alterables junto con otros más blandos y alterados (pizarras) afectados todos ellos por una red de diaclasado o de fracturas por donde es posible la infiltración del agua que con su afecto lubricante hace perder la estabilidad de los materiales. La caída de bloques es una proceso típico de los barrancos serranos con fuertes pendiente, mientras que los deslizamientos grandes hay que considerarlos como un riesgo, aunque a menor escala ya se producen.

Las condiciones constructivas ACEPTABLES coinciden prácticamente con las formaciones intrusivas, en las zonas en la que estos materiales se han mantenido menos alterados.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Encontramos una red de arroyos de carácter torrencial, muy incisiva, generadora de relieve con excavación continua en barrancos y torrentes sobre los duros materiales sobre los que actúa. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Este drenaje se ve favorecido por las pendientes existentes en esta zona de la Sierra.

La red de arroyos mencionada discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos. No obstante, en la zona sur de la unidad encontramos algunas zonas de recarga, cuya VULNERABILIDAD es MEDIA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La unidad agrupa espacios incluidos en las siguientes clases agrológicas: clase agrológica VI que constituye suelos no laborables, a causa de sus condiciones edafológicas, a lo que hay que unir importantes procesos de erosión. Y clase agrológica VII, situados en importantes pendientes del terreno, que expone estos suelos a rápidos procesos erosivos, degenerando en suelo raquíticos desde el punto de vista agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Por su parte, la vegetación y usos del suelo predominantes, el encinar, pinar y acebuchar ha evolucionado hacia la degradación viéndose invadidas por el monte bajo. A su vez, se han llevado a cabo repoblaciones de pinar, que han pasado a ocupar una superficie importante.

A pesar de la escasa valoración de la capacidad agrícola del suelo de esta unidad se han implantado algunas manchas de cultivos de olivar.

F/. Paisaje.

El paisaje de esta unidad está constituido por un mosaico de zonas onduladas y mesetas ocupadas por dehesas fundamentalmente que se ha definido como de media visibilidad dentro de la Sierra.

UA13. EL BAÑUELO .

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Prácticamente la totalidad de la unidad está formada por afloramientos de calizas y dolomías, de época Cámbrica y de carácter carbonatado, encontramos niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas).

No obstante, se puede destacar los niveles superiores carboníferos aquí existentes, formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

La unidad, en este apartado, se encuentra valorada como con condiciones constructivas desfavorables, por la elevada pendiente que posee y por la existencia en ellas de procesos y riesgos de tipo geomorfológico, hidrológicos y erosivos. Se incluyen también las calizas con baja capacidad de carga y fuertes asentamientos.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

La unidad se encuentra sobre zona de recarga, cuya VULNERABILIDAD es MEDIA. No obstante, existe una porción de la misma sobre terrenos impermeables, cuya VULNERABILIDAD es BAJA, al tratarse de un espacio sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Respecto a la capacidad agrícola del suelo encontramos clase agrológica IV, terrenos marginales para cultivos agrícolas que presentan factores limitantes graves tanto en la capacidad productiva como en la conservación de la misma. Estos suelos, solo son convenientes para dos o tres tipos de cultivos o las producciones son bajas. Generalmente destaca la clase IVe, limitación predominante por la pendiente elevada (y por tanto la erosión).

La unidad agrupa otros espacios incluidos en las siguientes clases agrológicas: clase agrológica VI que constituye suelos no laborables, a causa de sus condiciones edafológicas, a lo que hay que unir importantes procesos de erosión. Y clase agrológica VII, situados en importantes pendientes del terreno, que expone estos suelos a rápidos procesos erosivos, degenerando en suelo raquíticos desde el punto de vista agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

La presencia de Monte Bajo en esta unidad se combina con olivar en cultivo.

Como ya se ha comentado el Monte Bajo se constituyen en la primera etapa de sustitución de bosques climácicos, y que en situaciones clímax constituirían su orla protectora. Son comunidades nanofanerofiticas donde se encuentran especies como Quercus coccifera (coscoja) Pistacia lentisco (Lentis Co), Phyllirea media (lentisquillo),Arbutus unedo (Madroño) solo en las zonas más frescas, Pistacea terebintus Cornicabra), entre otras. Fitosociologicamente pueden distinguir dos comunidades de monte bajo, aunque, por ser estructural y catenalmente similares y por tener mismo tratamiento a nivel de impactos, no se han separado en el mapa. Serian los madroñales y los coscojares, los primeros derivados de zonas de alcornocal entre otras plantas presentes podemos citar: Phyllirea media, Arbutus unedo, Erica arborea y E. australis, Cistus populifolius,Rhamnus alathernus, entre otras. Los segundos derivarían del bosque clímax de Encinas entre las plantas que podemos encontrar en ellos destacamos Quercus coccifera, Asparragus albus, Rubia peregrina, subsp. longifolia, Thamnus comunis, etc.

Ampliamente extendidos por todo el municipio tanto en sierra como en campiña, si bien el mayor número de ellos parece con centrarse en la Campiña. Se dedican, pequeñas manchas de la Vega dedicadas al verdeo, para almazara.

F/. Paisaje.

El paisaje de esta unidad está constituido por un mosaico de zonas onduladas ocupadas por la vegetación y usos descritos que se ha definido como de media visibilidad dentro de la Sierra.

UA14. VILLALOBILLOS.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Básicamente podemos localizar dos formaciones principales en esta unidad: una, formaciones extrusivas: volcánicas (Riolitas, Espilitas y Quedatofidos). Se trata de un paquete volcánico de riolitas y queratófidos ferríferos, de color morado con niveles de pizarra intercaladas. Volcánicas (Traquitas). En concordancia con los estratos del grupo anterior aparecen dentro de la formación pizarroso-arenosa una serie de rocas efusivas de tipo ácido, intermedio y básico que producen resalte en el relieve. Son rocas volcánicas intercaladas en la serie sedimentaria, la más abundantes son traquitas, existiendo espilitas, todas riolíticas y queratifídicas.

Y, otro, formaciones esquistosas: complejo metamórfico constituido por micacitas de grado medio de metamorfismo, alternando con gneises microglandulares y anfibolitas. Las rocas más abundantes son las micacitas (moscovita y biotita). La facies metamórfica es de tipo más intenso que las del resto de los materiales que les rodean. Litoarcosas y Pizarras. Desde el punto de vista litoestratigráfico se pueden establecer cuatro grandes unidades, pero que a los afectos de este trabajo se pueden sintetizar en cuatro grandes grupos litológicos. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcíticas blanquecinas, también de carácter arcósico.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

La mayor parte de la unidad se encuentra clasificada en este apartado como FAVORABLE o MUYFAVORABLE. Es un área en la que los relieves no son acusados. Por otra parte, los materiales de esta unidad presentan una elevada capacidad de carga y aunque han sufrido esfuerzos tectónicos que les producen cierto grado de facturación, éstos no han afectado de un modo excesivamente negativo a esta capacidad portante.

Los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, aunque la gravedad de estos procesos vienen determinados por las fuertes pendientes, en esta unidad las pendientes no son excesivamente fuertes.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

En esta unidad predomina la clase agrológica III. A saber, suelos que presentan suficiente profundidad para el establecimiento regular de un cultivo herbáceo. La pendiente del terreno admite el cultivo mecanizado, sí bien con ciertas dificultades. Los suelos en esta clase tienen limitaciones que reducen la gama de especies vegetales a cultivar y requieren prácticas de conservación difíciles de aplicar o costosas. Se debe efectuar el laboreo y la realización de otras prácticas por curvas a nivel del terreno. Se admiten drenajes deficientes en forma limitada así como algunos defectos en relación con la pedregosidad o rocosidad, sin que esto resulte obstáculo grave para las labores y para la rentabilidad de los cultivos. Destaca el subtipo IIIe que presenta limitaciones por erosión.

El resto de la unidad, sobre todo en los materiales que coinciden con las formaciones esquistosas presentan predominancia de la clase agrológica VI que constituye suelos no laborables, a causa de sus condiciones edafológicas, a lo que hay que unir importantes procesos de erosión.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

En la unidad destacan tres usos agrícolas principales en ausencia de vegetación natural: cultivos en secano coincidentes con los suelos de la clase III, olivar y matorral-pastizal en los suelos de las clase VI.

F/. Paisaje.

Seguimos en esta unidad dentro del gran ámbito paisajístico que hemos denominado zonas de media visibilidad dentro de la Sierra. El paisaje de esta unidad está constituido por un mosaico de zonas onduladas ocupadas por un mosaico de cultivos en secano, olivar y matorral.

UA15. UMBRÍA DE PERCHAS-ALTO DE LA CABRERA-BERLANGA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

En esta unidad, dada su magnitud encontramos todo el conjunto de materiales que componen esta macrozona, siendo los siguientes en un recorrido de este a oeste:

Formaciones extrusivas. Volcánicas (Riolitas, Espilitas y Quedatofidos). Se trata de un paquete volcánico de riolitas y queratófidos ferríferos, de color morado con niveles de pizarra intercaladas. Volcánicas (Traquitas). En concordancia con los estratos del grupo anterior aparecen dentro de la formación pizarroso-arenosa una serie de rocas efusivas de tipo ácido, intermedio y básico que producen resalte en el relieve. Son rocas volcánicas intercaladas en la serie sedimentaria, la más abundantes son traquitas, existiendo espilitas, todas riolíticas y queratifídicas.

Dolomías, Calizas y Mármoles. De época Cámbrica y de carácter carbonatado, son los niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas). Por metamorfismo de contacto con los granitos se transforman en mármoles.

Formaciones intrusivas. Granito. Por su composición se puede considerar como un granito de tipo normal que ha podido sufrir reacciones de asimilación de la roca caja, que hacia el oeste le dan un carácter más alcalino. Los minerales principales son ortosa, cuarzo, plagioclasa y biotita; como accesorios destaca la mesa metálica y fluorita, incluidos en la única. Pórfidos Graníticos. En este grupo se incluyen las rocas filonianas, tales como los pórfidos graníticos y el espato fluor (F). Los pórfidos graníticos están formados por cristales de plagioclasa caulinizada, cuarzo y ortosa como minerales principales.

Formaciones esquistosas. Complejo metamórfico constituido por micacitas de grado medio de metamorfismo, alternando con gneises microglandulares y anfibolitas. Las rocas más abundantes son las micacitas (moscovita y biotita). La facies metamórfica es de tipo más intenso que las del resto de los materiales que les rodean. Litoarcosas y Pizarras. Desde el punto de vista litoestratigráfico se pueden establecer cuatro grandes unidades, pero que a los afectos de este trabajo se pueden sintetizar en cuatro grandes grupos litológicos. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcitas blanquecinas, también de carácter arcósico.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra se considera según las condiciones constructivas como MUY DESFAVAROBLES, con intercalación de manchones en los que consideración es de DESFAVORABLE.

Como ya sucedía con otras unidades de grandes dimensiones, la variada características de los tipos y subtipos litológicos presentes así como los factores de hidrología y morfología son responsables de los diversos tipos de problemas y condiciones geotécnicas existentes.

En conjunto aunque los materiales presentan una elevada capacidad de carga aquí han sufrido procesos de alteración de la capa más superficial que han disminuido estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes, tales como deslizamientos y erosión activa.

Los deslizamientos en estas zonas han de entenderse como un proceso mixto en el que intervienen tanto el desprendimiento de bloques como deslizamiento propiamente dicho. Se producen en zonas con cierta pendiente en la que existen variedades litológicas entre estratos duros, poco alterables junto con otros más blandos y alterados (pizarras) afectados todos ellos por una red de diaclasado o de fracturas por donde es posible la infiltración del agua que con su afecto lubricante hace perder la estabilidad de los materiales. La caída de bloques es una proceso típico de los barrancos serranos con fuertes pendiente, mientras que los deslizamientos grandes hay que considerarlos como un riesgo, aunque a menor escala ya se producen.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

La acción fluvial produce en esta zona en particular y en el conjunto de la sierra en general, unos incisivos valles en V, muy profundos y espectaculares cuando los materiales son duros, como ocurre en las zonas metamórficas e ígneas. A su paso por las rocas carboníferas, algo más blandas, se mantienen grandes valles en V pero no tan profundos y encajados como los anteriores.

El río Guadiato discurre hasta su confluencia con el Guadamuño sobre terrenos impermeables, que constituyen una capa superficial alterada que establece unas condiciones especiales en la dinámica del agua. Por ejemplo, la capa superficial alterada de muy poca profundidad recoge el agua que percola y la drena rápidamente en la red de barrancos que allí existe, dando lugar a suelos poco desarrollados.

La totalidad del cauce de los ríos Guadiato y Guadamuño discurren por zonas sin acuíferos, por lo que la VULNERABILIDAD es considerada como BAJA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII.

Respecto a la clase agrológica VI, sabemos que pertenecen a ella los suelos no laborables, sea a causa de sus condiciones climáticas y edafológicas, sea por grave peligro de erosión.

En las zonas con pendientes fuertes (clase VIe), pero con suficiente humedad para mantener la vegetación herbácea y permitir su aprovechamiento al menos en alguna estación del año. El destino de estos suelos es como aprovechamiento pecuario, de los pastizales y dehesas por el ganado ovino, una vez que el ganado porcino en explotación extensiva ha desaparecido prácticamente de la zona. Las cargas ganaderas son muy bajas.

La subclase VIs engloba aquellos terrenos, con deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión. Tienen el mismo aprovechamiento que los anteriores.

La clase agrológica VII no permiten otro aprovechamiento que sus pastos, o la explotación forestal, reserva natural o alguna de sus combinaciones, bien por la excesiva pendiente del terreno, que las expondría a rápidos procesos erosivos, bien por el escaso espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

La superficie de esta unidad ambiental se encuentran en su mayor parte ocupados por espacios con vegetación potencial natural de la Sierra, constituida por un encinar-pinar-alcornocal y acebuchar, dándose una casi total ausencia de actividad agrícola. Ahora bien, en el transcurso del tiempo, la acción antrópica, ha alterado más o menos profundamente este bosque, destruyéndolo aclarándolo, etc..., haciendo así que se forme un complejo mosaico de este bosque con sus etapas regresivas, siendo posible reconocer en muchas parcelas, representantes de las etapas de bosques, monte bajo y matorral juntos, al tiempo que se pueden reconocer encinares en casi todos los estados de evolución o degradación posible. No obstante todavía es posible reconocer amplias manchas de encinar puro

El alcornocal se hallan extendido en menor medida, encontrándose relegados a depresiones húmedas, y zonas de umbrías, es decir en general a lugares donde por acción de la topografía se consigue un microclima más húmedo.

F/. Paisaje.

Se ha definido esta unidad desde el punto de vista paisajístico como una zona de alta visibilidad dentro de la Sierra. Aquí se trata de un sector, que podríamos denominar oeste según un criterio relacionado con la conservación del paisaje vegetal. El límite se puede establecer de forma aproximada en Cerro Muriano. Esta zona de alta visibilidad dentro de la sierra caracterizada por su disposición topográfica, pendientes relativas y alturas se dan las condiciones de mayor visibilidad respecto al conjunto. Serán pues en tramos determinados las que continúan hacia el interior a la línea de ruptura con el horizonte, cerros y cimas destacados (Alto de las Cabreras, Cerro de Pedro López etc...) y zonas altas de las paredes en cauces encajados como en el caso del Guadiato (UA7). En resumen, zonas altas situadas en zonas de alto interés paisajístico por razones de conservación y diversidad.

UA16. CERRO MURIANO.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

La unidad que hemos denominado como Cerro Muriano esta localizada íntegramente sobre formaciones esquistosas de litoarcosas y pizarras.Desde el punto de vista litoestratigráfico se pueden establecer cuatro grandes unidades, pero que a los afectos de este trabajo se pueden sintetizar en cuatro grandes grupos litológicos. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcitas blanquecinas, también de carácter arcósico.

Encontrando igualmente dentro las formaciones esquistosas, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

En la unidad de Cerro Muriano las condiciones constructivas se consideran MUY FAVORABLES, por ser zona con escasa pendiente, prácticamente llana, con substrato de muy alta capacidad de carga, sin asentamientos y prácticamente sin problemas de ningún tipo. Junto a éstas encontramos clasificadas como áreas FAVORABLES que se corresponden a materiales con las mismas características que en caso anterior, pero en ellas existe una morfología algo más acusada, con ligeras pendientes y algún microrelieve.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII.

Predomina la subclase VIs que engloba aquellos terrenos, con deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión.

En las zonas con pendientes más elevadas prevalece la subclase VIe, afectada por procesos erosivos pero con suficiente humedad para mantener la vegetación herbácea y permitir su aprovechamiento al menos en alguna estación del año.

La existencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

La superficie de esta unidad ambiental se encuentra ocupada por un mosaico de espacios con vegetación natural de la Sierra, constituida por un encinar-pinar-alcornocal y acebuchar que el transcurso del tiempo y la acción antrópica, ha ido alterado más o menos profundamente, bien destruyéndolo, bien aclarándolo. En este proceso evolutivo se han establecido dehesas de encinas y pinar que en su posterior degradación han dado lugar a la extensión, en este caso bastante puntual, del matorral.

F/. Paisaje.

Esta unidad se enmarca dentro del gran ámbito paisajístico que hemos denominado zonas de media visibilidad dentro de la Sierra. El paisaje de esta unidad está constituido como hemos comentado por un mosaico de zonas onduladas ocupadas por bosque mediterráneo, dehesas y matorral.

UA17. LA HABA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

La unidad esta localizada íntegramente sobre formaciones esquistosas de litoarcosas y pizarras.Desde el punto de vista litoestratigráfico se pueden establecer cuatro grandes unidades, pero que a los afectos de este trabajo se pueden sintetizar en cuatro grandes grupos litológicos. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcitas blanquecinas, también de carácter arcósico.

Podemos encontrar igualmente dentro las formaciones esquistosas, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

La práctica totalidad de esta unidad se encuentra considerada como MUY DESFAVORABLE en sus condiciones constructivas, dados los relieves muy acusados en donde son frecuentes de procesos y riesgos de tipo geomorfológico, hidrológicos y erosivos.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII.

Predomina la subclase VIe, afectada por procesos erosivos en relación a las fuertes pendientes.

La existencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Esta unidad está ocupada íntegramente por Monte Bajo. Formaciones que constituyen la primera etapa de sustitución de bosques climácicos, y que en situaciones clímax constituirían su orla protectora.

Son comunidades nanofanerofiticas donde se encuentran especies como Quercus coccifera (coscoja) Pistacia lentisco (Lentis Co), Phyllirea media (lentisquillo),Arbutus unedo (Madroño) solo en las zonas más frescas, Pistacea terebintus Cornicabra), entre otras.

Fitosociologicamente pueden distinguir dos comunidades de monte bajo, aunque, por ser estructural y catenalmente similares y por tener mismo tratamiento a nivel de impactos, no se han separado en el mapa. Serian los madroñales y los coscojares, los primeros derivados de zonas de alcornocal entre otras plantas presentes podemos citar: Phyllirea media, Arbutus unedo, Erica arborea y E. australis, Cistus populifolius,Rhamnus alathernus, entre otras. Los segundos derivarían del bosque clímax de Encinas entre las plantas que podemos encontrar en ellos destacamos Quercus coccifera, Asparragus albus, Rubia peregrina, subsp. longifolia, Thamnus comunis, etc.

Tanto en unos corno en otros se nota la acusada termicidad de la zona como lo denotan la presencia de plantas en el seno de estas comunidades cono Pistacia lentiscus, Olea europea va oleaster (Acebuche).

F/. Paisaje.

Se ha definido esta unidad desde el punto de vista paisajístico como una zona de alta visibilidad dentro de la Sierra.

UA18. LAS MORRAS DE NAVADELMORO.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

La unidad que hemos denominado Morras del Navadelmoro se encuentra localizada íntegramente sobre un afloramiento de esquistos propio característico de esta zona. Compuesto en primer lugar, por litoarcosas y pizarras; y, en segundo lugar, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

La práctica totalidad de esta unidad se encuentra considerada como MUY DESFAVORABLE en sus condiciones constructivas, dados los relieves muy acusados en donde son frecuentes de procesos y riesgos de tipo geomorfológico, hidrológicos y erosivos.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII.

Predomina la subclase VIe, afectada por procesos erosivos en relación a las fuertes pendientes.

La existencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Extendidas con mayor o mejor fortuna por toda la Sierra y en una primera apreciación más como protectores de cuencas hidrográficas que como futuro bosque maderable se han extendido las repoblaciones de pinares. Esta unidad se ha ocupado en su totalidad con estas repoblaciones. La especie más extendida es el pino rondeño pinus pinaster y pinus pinea.

F/. Paisaje.

Se ha definido esta unidad desde el punto de vista paisajístico como una zona de alta visibilidad dentro de la Sierra. Aquí encontramos una parte del denominado sector este. Este sector ESTE se caracteriza por una mayor presencia de cultivos arbóreos extensivos (olivares) y menor grado de conservación de la cubierta vegetal (en este caso, la cubierta vegetal es de pinar de repoblación). Respecto a su delimitación en el caso de las zonas de alta visibilidad se han seguido los mismos criterios que para las zonas equivalentes en el sector Oeste utilizando para su límite las rupturas de pendiente fundamentalmente.

UA19. LOS VILLARES NORTE.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Esta unidad se encuentra localizada íntegramente sobre un afloramiento de esquistos propio característico de esta zona. Compuesto en primer lugar, por litoarcosas y pizarras; y, en segundo lugar, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

La práctica totalidad de esta unidad se encuentra considerada como MUY DESFAVORABLE en sus condiciones constructivas, dados los relieves muy acusados en donde son frecuentes de procesos y riesgos de tipo geomorfológico, hidrológicos y erosivos.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII.

Predomina la subclase VIe, afectada por procesos erosivos en relación a las fuertes pendientes. Aunque también podemos encontrar representación de la subclase VIs que engloba aquellos terrenos, con deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión.

La existencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

La superficie de esta unidad ambiental se encuentra ocupada por un mosaico de espacios con vegetación natural de la Sierra, constituida por un encinar-pinar-alcornocal y acebuchar que el transcurso del tiempo y la acción antrópica, ha ido alterado más o menos profundamente, bien destruyéndolo, bien aclarándolo. En este proceso evolutivo se han establecido dehesas de encinas y pinar.

F/. Paisaje.

Se ha incluido esta unidad en un conjunto paisajístico que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir. Ahora se trata de la ZONA ALTA, que se extiende desde los 300 metros hasta unos 20 metros por debajo de la línea de cumbres, permite las siguientes consideraciones: su límite de 300 metros sube en los valles ya que en estos se cierra la visión más que en las zonas prominentes. Las perspectivas sobre la Vega y campiña son impresionantes, y es una zona de miradores ya clásica.

UA20. CERRO DE LOS PINOS.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

La mayor parte de la unidad está formada por formaciones extrusivas (volcánicas) que se pueden englobar en dos tipos principales: uno,lasriolitas, espilitas y quedatofidos, de color morado con niveles de pizarra intercaladas. Y otro, las traquitas. En concordancia con los estratos del grupo anterior aparecen dentro de la formación pizarroso-arenosa una serie de rocas efusivas de tipo ácido, intermedio y básico que producen resalte en el relieve. Son rocas volcánicas intercaladas en la serie sedimentaria, la más abundantes son traquitas, existiendo espilitas, todas riolíticas y queratifídicas.

En contacto con estos materiales, al noreste de la unidad, y en un volumen presencial menor encontramos calizas y dolomías de época Cámbrica y de carácter carbonatado. Son niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas).

Entre ambas formaciones se localiza una banda de materiales cuarcíticos y conglomerados:arcosas, conglomerados y microconglomerados. Grupo de carácter detrítico está formado por una arenisca morada de grano medio, conglomerados y microconglomerados cuya matriz es la propia arenisca, de gran variación granulométrica. La arenisca es una arcosa teñida de este color por los óxidos de hierro.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra se considera según las condiciones constructivas como MUY DESFAVAROBLES, con intercalación de un banda que coincide con materiales calizos en los que consideración es de DESFAVORABLE.

Como ya sucedía con otras unidades de grandes dimensiones, la variada características de los tipos y subtipos litológicos presentes así como los factores de hidrología y morfología son responsables de los diversos tipos de problemas y condiciones geotécnicas existentes.

En conjunto aunque los materiales presentan una elevada capacidad de carga aquí han sufrido procesos de alteración de la capa más superficial que han disminuido estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes, tales como deslizamientos y erosión activa.

Los deslizamientos en estas zonas han de entenderse como un proceso mixto en el que intervienen tanto el desprendimiento de bloques como deslizamiento propiamente dicho. Se producen en zonas con cierta pendiente en la que existen variedades litológicas entre estratos duros, poco alterables junto con otros más blandos y alterados afectados todos ellos por una red de diaclasado o de fracturas por donde es posible la infiltración del agua que con su afecto lubricante hace perder la estabilidad de los materiales. La caída de bloques es una proceso típico de los barrancos serranos con fuertes pendiente, mientras que los deslizamientos grandes hay que considerarlos como un riesgo, aunque a menor escala ya se producen.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII.

Predomina la subclase VIe, afectada por procesos erosivos en relación a las fuertes pendientes. Aunque también podemos encontrar representación de la subclase VIs que engloba aquellos terrenos, con deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión.

La existencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

La superficie de esta unidad ambiental se encuentra ocupada por un mosaico de espacios con vegetación natural de la Sierra, constituida por un encinar, pinar y acebuchar que el transcurso del tiempo y la acción antrópica, ha ido alterado más o menos profundamente, bien destruyéndolo, bien aclarándolo. En este proceso evolutivo se han establecido dehesas de encinas y pinar.

F/. Paisaje.

Se ha incluido esta unidad en un conjunto paisajístico que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir. La ZONA BAJA constituye una banda que va, en general, desde el límite con la Vega hasta una cota de 300 m. Responde a un intento de diferenciar en la caída de la sierra dos zonas en el gradiente de creciente visibilidad al ganar altura. El límite señalado se ha establecido empíricamente y pensamos que separa aproximadamente una zona baja de menor visibilidad y una alta con un gran potencial de vistas y más frágil.

Por su parte, la ZONA ALTA, que se extiende desde los 300 metros hasta unos 20 metros por debajo de la línea de cumbres, permite las siguientes consideraciones: su límite de 300 metros sube en los valles ya que en estos se cierra la visión más que en las zonas prominentes. Las perspectivas sobre la Vega y campiña son impresionantes, y es una zona de miradores ya clásica.

UA21. LAS CUEVAS.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Esta unidad al norte está formada por formaciones extrusivas (volcánicas) que se pueden englobar en dos tipos principales: uno,lasriolitas, espilitas y quedatofidos, de color morado con niveles de pizarra intercaladas. Y otro, las traquitas. En concordancia con los estratos del grupo anterior aparecen dentro de la formación pizarroso-arenosa una serie de rocas efusivas de tipo ácido, intermedio y básico que producen resalte en el relieve. Son rocas volcánicas intercaladas en la serie sedimentaria, la más abundantes son traquitas, existiendo espilitas, todas riolíticas y queratifídicas.

Al sur de las formaciones extrusivas se localizada un afloramiento de esquistos: compuesto en primer lugar, por litoarcosas y pizarras; y, en segundo lugar, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

En contacto con los materiales anteriores encontramos el grupo mencionado para la unidad UA3 de la Campiña, de las formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno: arenas biocalcáreas, margas verde-amarillentas y biomicritas arenosas, facies flyschoide (depósito alóctono). Otro de los grupos litológicos pertenecientes a las rocas alóctonas lo constituye una formación eocena-miocena de alternancia de arenas-areniscas blanquecinas y amarillentas, margas arenosas de color gris-verdoso, biomicritas, biomicriditas, bioesparitas arenosas en secuencia flyschoide. Margas y Margocalizas blancas de aspecto albarizoide (depósito alóctono). En contacto tectónico con la anterior formación se encuentra un tramo de margas y margocalizas, de aspecto albarizoide, con sílex con un menor carácter alóctono que los grupos litológicos anteriores. También podemos destacar localizaciones de margas arenosas y recristalizadas, Areniscas calcáreas bioclásticas y Microconglomerados calcáreos bioclásticos.Sin embargo, la mayor parte de los terrenos están formados por el potente tramo margoso, de carácter marino, cuya parte inferior corresponde a las denominadas "margas azules" que presentan una capa de alteración bastante importante dando lugar a un suelo agrícola profundo. Hacia las zonas superiores aumenta el contenido en arenas, de modo que hacia el techo se pueden localizar niveles de areniscas alternantes entre las margas. También aumenta el contenido en arcillas. El gran desarrollo del suelo agrícola y la alteración que presentan dificultad la observación de estos materiales en afloramientos frescos.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra recoge parámetros constructivos que van desde ACEPTABLES a MUY DESFAVAROBLES.

En conjunto los materiales presentan una elevada capacidad de carga, ya que son rocas que han sufrido procesos metamórficos o diagenéticos que las confieren cierta dureza y compacidad; por el contrario los esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas producen cierto grado de fracturación que afecta negativamente a esta capacidad portante. Los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes.

Las condiciones constructivas ACEPTABLES coinciden prácticamente con las formaciones extrusivas, en las zonas en la que estos materiales se han matenido menos alterados.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

No obstante, en el contacto de esta unidad con las unidades de la Vega se localiza la presencia de acuíferos por fisuración-fracturación cuya VULNERABILIDAD es ALTA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII.

Predomina la subclase VIe, afectada por procesos erosivos en relación a las fuertes pendientes. Aunque también podemos encontrar representación de la subclase VIs que engloba aquellos terrenos, con deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión.

La existencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Esta unidad se encuentra ocupada prácticamente por dehesas de encinas, alcornoques y acebuches. Como ya se ha comentado, las dehesas, de vocación claramente ganadera aparecen en este territorio ampliamente representadas, con una densidad media aproximada de unos 40-60 pies de arboles por Ha. Se distinguen las siguientes variantes dependiendo del árbol o árboles dominantes y del estado de conservación del mismos.

Dehesas de encinas. Tienen lugar por aclareo y posterior pastoreo de los encinares de los encinares de la zona. Bajo estas condiciones se consigue que del pasto terofítico que se desarrolla en una primera fase, se pase por pastoreo a una pastizal vivaz dominado por la gramínea poa-bulbosa, en sus dos variedades, var. Bulbosa y var vivipara, que forma un denso césped que se mantiene verde desde las primeras lluvias de otoño hasta principios del verano y que constituye un excelente pasto para el ganado ovino.

Estas dehesas no se dedican a la ganadería, si no que, en zonas donde la pendiente lo permite se cultivan en secano especies cerealistas, siendo entonces menor el número de pies por Ha. Tanto en estos casos como en los anteriores, la encina constituye una magnifico motor que bombea sales minerales de los horizontes inferiores del suelo y a los superiores por medio de la hojarasca de la misma, permitiendo así un cielo de nutrientes más efectivo.

F/. Paisaje.

Se ha incluido esta unidad en un conjunto paisajístico que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir. Como ya se ha comentado la ZONA BAJA constituye una banda que va, en general, desde el límite con la Vega hasta una cota de 300 m. Responde a un intento de diferenciar en la caída de la sierra dos zonas en el gradiente de creciente visibilidad al ganar altura. El límite señalado se ha establecido empíricamente y pensamos que separa aproximadamente una zona baja de menor visibilidad y una alta con un gran potencial de vistas y más frágil.

Por su parte, la ZONA ALTA, que se extiende desde los 300 metros hasta unos 20 metros por debajo de la línea de cumbres, permite las siguientes consideraciones: su límite de 300 metros sube en los valles ya que en estos se cierra la visión más que en las zonas prominentes. Las perspectivas sobre la Vega y campiña son impresionantes, y es una zona de miradores ya clásica.

UA22. EL PATRIARCA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Prácticamente la totalidad de la unidad esta constituida por materiales pertenecientes a formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno: arenas biocalcáreas, margas verde-amarillentas y biomicritas arenosas, facies flyschoide (depósito alóctono). Otro de los grupos litológicos pertenecientes a las rocas alóctonas lo constituye una formación eocena-miocena de alternancia de arenas-areniscas blanquecinas y amarillentas, margas arenosas de color gris-verdoso, biomicritas, biomicriditas, bioesparitas arenosas en secuencia flyschoide. Margas y Margocalizas blancas de aspecto albarizoide (depósito alóctono). En contacto tectónico con la anterior formación se encuentra un tramo de margas y margocalizas, de aspecto albarizoide, con sílex con un menor carácter alóctono que los grupos litológicos anteriores. También podemos destacar localizaciones de margas arenosas y recristalizadas, Areniscas calcáreas bioclásticas y Microconglomerados calcáreos bioclásticos.Sin embargo, la mayor parte de los terrenos están formados por el potente tramo margoso, de carácter marino, cuya parte inferior corresponde a las denominadas "margas azules" que presentan una capa de alteración bastante importante dando lugar a un suelo agrícola profundo. Hacia las zonas superiores aumenta el contenido en arenas, de modo que hacia el techo se pueden localizar niveles de areniscas alternantes entre las margas. También aumenta el contenido en arcillas. El gran desarrollo del suelo agrícola y la alteración que presentan dificultad la observación de estos materiales en afloramientos frescos.

Ante la predominancia de estos materiales, podemos comentar la presencia testimonial de afloramientos de calizas entre estos materiales.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Las unidad se cataloga en este apartado como área con condiciones constructivas ACEPTABLES, ya que aquí se combina un relieve alomado en materiales con buena capacidad portante con algún asentamiento ligero o bien en donde es posible la existencia de pequeños problemas de tipo geomorfológico o litológico. Se incluyen además los depósitos de calizas miocenas con suaves pendientes que llegan prácticamente hasta la Vega, en este caso la valoración se debe a la capacidad de carga de tipo medio, con la existencia de posibles problemas de oquedades ya comentados.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Los arroyos de esta unidad discurren por una zona en la que presencia de acuíferos por fisuración–fracturación es importante. Esto hace referencia sobre todo a los posibles acuíferos que se localizarían en las formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno, que presenta una elevada porosidad. Su disposición y su extensión no las hacen adecuadas para poseer grandes caudales; la recarga se efectúa en su mayor parte por precipitaciones y sólo al oeste de Córdoba, una amplia franja se recarga en parte por los arroyos que drenan la sierra.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

La capacidad agrícola del suelo en esta unidad presenta dos zonas distintas: una, al norte, en contacto con las valores predominantes en la Sierra, en la que predominan las clases agrológicas VI y VII. Predomina la subclase VIs que engloba aquellos terrenos, con deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión. La existencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

La otra zona que se menciona, al sur de la unidad, se acerca más a los valores de la Vega, constatándose la presencia de clase agrológica III. Se trata de suelos que presentan suficiente profundidad para el establecimiento regular de un cultivo herbáceo. La pendiente del terreno admite el cultivo mecanizado, sí bien con ciertas dificultades. Estos terrenos del borde de la Sierra presentan limitaciones en la zona de raíces IIIs (profundidad del suelo, pedregosidad, rocosidad).

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Esta unidad se encuentra ocupada prácticamente por dehesas de encinas, alcornoques y acebuches. En el transcurso del tiempo, con el abandono de las actividades propias de las dehesa y por la misma proximidad a los espacios urbanos de Córdoba y su entorno, éstas se han ido alterado más o menos profundamente destruyendo este uso.

F/. Paisaje.

Se ha incluido esta unidad en un conjunto paisajístico que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir. Concretamente se localiza en la ZONA BAJA que constituye una banda que va, en general, desde el límite con la Vega hasta una cota de 300 m.

UA23. ALMENTA ALTA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Esta unidad se encuentra localizada íntegramente sobre un afloramiento de esquistos propio característico de esta zona. Compuesto en primer lugar, por litoarcosas y pizarras; y, en segundo lugar, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Las unidad se cataloga en este apartado como área con condiciones constructivas entre ACEPTABLES y DESFAVORBLES, ya que aquí se combina un relieve alomado en materiales con buena capacidad portante con algún asentamiento ligero o bien en donde es posible la existencia de pequeños problemas de tipo geomorfológico o litológico; y unos materiales que pueden presentar una elevada capacidad de carga han sufrido procesos de alteración de la capa más superficial que han disminuido estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes, tales como deslizamientos y erosión activa.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII. Predominando la subclase VIs que engloba aquellos terrenos, con deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión.

La existencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Esta unidad se encuentra ocupada prácticamente por dehesas de encinas, alcornoques y acebuches en buen estado de conservación.

F/. Paisaje.

Se ha incluido esta unidad en un conjunto paisajístico que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir. Como ya se ha comentado la ZONA BAJA constituye una banda que va, en general, desde el límite con la Vega hasta una cota de 300 m. Responde a un intento de diferenciar en la caída de la sierra dos zonas en el gradiente de creciente visibilidad al ganar altura. El límite señalado se ha establecido empíricamente y pensamos que separa aproximadamente una zona baja de menor visibilidad y una alta con un gran potencial de vistas y más frágil.

Por su parte, la ZONA ALTA, que se extiende desde los 300 metros hasta unos 20 metros por debajo de la línea de cumbres, permite las siguientes consideraciones: su límite de 300 metros sube en los valles ya que en estos se cierra la visión más que en las zonas prominentes. Las perspectivas sobre la Vega y campiña son impresionantes, y es una zona de miradores ya clásica.

UA24. CERRO DE LA CAPELLANÍA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Esta unidad se encuentra situada sobre el afloramiento de calizas y dolomías de época Cámbrica y de carácter carbonatado más al este del municipio. Son niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas).

En contacto con esta formación se localiza una banda de materiales cuarcíticos y conglomerados:arcosas, conglomerados y microconglomerados. Grupo de carácter detrítico está formado por una arenisca morada de grano medio, conglomerados y microconglomerados cuya matriz es la propia arenisca, de gran variación granulométrica. La arenisca es una arcosa teñida de este color por los óxidos de hierro.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

La mayor parte de esta se encuentra valorada como MUY DESFAVORABLE desde el punto de vista de las condiciones constructivas de los terrenos. Se trata de áreas afectadas por relieves muy acusados en donde son frecuentes todos los tipos de problemas ya descritos, independientes del tipo de substrato que posean.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII. Subclases VIe y VIs que engloban aquellos terrenos, con importantes problemas de erosión debido a las fuertes pendientes y deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión.

La existencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

No obstante podemos encontrar un manchón de la clase agrológica IV. Se incluye en esta clase los terrenos marginales para cultivos agrícolas que presentan factores limitantes graves tanto en la capacidad productiva como en la conservación de la misma. Estos suelos, solo son convenientes para dos o tres tipos de cultivos o las producciones son bajas. Se engloban en estos suelos aquellos con pendientes de hasta el 20 % y (aún más sí son cultivos leñosos en aterrazado) tal es el caso de los olivares de "La Sierra" aunque en la actualidad son improductivos o están abandonados. Incluye también los cultivos de secano en labor extensiva (al sexto o más), cultivo que ha sido sustituido últimamente por el aprovechamiento como pastizales. Destaca la subclase IVe, con limitaciones importantes debidas a la pendiente elevada, y por tanto, con de erosión.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

En la unidad analizada encontramos un mosaico de cultivos y aprovechamientos compuesto de olivar (en gran parte abandonado) y Monte Bajo como situación actual predominante tras el proceso evolutivo y degenerativo sufrido por el bosque mediterráneo en esta zona de la Sierra; prueba de ello, son los restos de encinar y acebuchar y las dehesas de encinas-acebuches que aun sobreviven en esta unidad.

F/. Paisaje.

Se ha incluido esta unidad en el conjunto paisajístico que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir. Podemos distinguir tres zonas:

La ZONA BAJA constituye una banda que va, en general, desde el límite con la Vega hasta una cota de 300 m. Responde a un intento de diferenciar en la caída de la sierra dos zonas en el gradiente de creciente visibilidad al ganar altura. El límite señalado se ha establecido empíricamente y pensamos que separa aproximadamente una zona baja de menor visibilidad y una alta con un gran potencial de vistas y más frágil.

la ZONA ALTA, que se extiende desde los 300 metros hasta unos 20 metros por debajo de la línea de cumbres, permite las siguientes consideraciones: su límite de 300 metros sube en los valles ya que en estos se cierra la visión más que en las zonas prominentes.

La LÍNEA DE CUMBRES (ruptura con el horizonte). Supone el punto culminante en el gradiente de visibilidad creciente del frente de la sierra hacia el sur. Es una banda por consiguiente de fragilidad máxima. El carácter de ruptura con el horizonte está establecido fundamentalmente desde la zona de vega. Es importante en esta zona el hecho de acceder a vistas hacia la vega y hacia el interior de la sierra desde un mismo punto o puntos muy próximos.

UA25. CERROS PENDOLILLA-LOBO-MIRADERO.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

En la unidad destacan cuatro afloramientos de materiales: al oeste de la unidad, dos, las formaciones extrusivas: volcánicas (Riolitas, Espilitas y Quedatofidos) y dos bandas de superpuestas de materiales cuarcíticos y conglomerados y esquistos. El primer grupo se trata de un paquete volcánico de riolitas y queratófidos ferríferos, de color morado con niveles de pizarra intercaladas. Volcánicas (Traquitas). En concordancia con los estratos del grupo anterior aparecen dentro de la formación pizarroso-arenosa una serie de rocas efusivas de tipo ácido, intermedio y básico que producen resalte en el relieve. Son rocas volcánicas intercaladas en la serie sedimentaria, la más abundantes son traquitas, existiendo espilitas, todas riolíticas y queratifídicas. El segundo grupo, el de los materiales cuarcíticos y conglomerados y las formaciones esquistosas se componen en el primer caso de materiales cuarcíticos y conglomerados:arcosas, conglomerados y microconglomerados; y en segundo del complejo metamórfico constituido por micacitas de grado medio de metamorfismo, alternando con gneises microglandulares y anfibolitas.

Al este de la unidad las formaciones esquistosas, complejo metamórfico constituido por micacitas de grado medio de metamorfismo, alternando con gneises microglandulares y anfibolitas. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcitas blanquecinas, también de carácter arcósico.

Junto a las formaciones esquistosas destacan manchones de materiales pertenecientes a formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno: arenas biocalcáreas, margas verde-amarillentas y biomicritas arenosas, facies flyschoide (depósito alóctono).

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra recoge parámetros constructivos que van desde ACEPTABLES a MUY DESFAVAROBLES.

En conjunto los materiales presentan una elevada capacidad de carga, ya que son rocas que han sufrido procesos metamórficos o diagenéticos que las confieren cierta dureza y compacidad; por el contrario los esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas producen cierto grado de fracturación que afecta negativamente a esta capacidad portante. Los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes.

Las condiciones constructivas ACEPTABLES coinciden prácticamente con las formaciones extrusivas, en las zonas en la que estos materiales se han mantenidas menos alterados.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

No obstante, en el contacto de esta unidad con las unidades de la Vega se localiza la presencia de acuíferos por fisuración-fracturación cuya VULNERABILIDAD es ALTA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII. Subclases VIe y VIs que engloban aquellos terrenos, con importantes problemas de erosión debido a las fuertes pendientes y deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión. La presencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

No obstante, al sur en contacto con las unidades de la Vega encontramos retazos de suelos agrupables en la clase agrológica III, ya se sabe, suelos que presentan suficiente profundidad para el establecimiento regular de un cultivo herbáceo. La pendiente del terreno admite el cultivo mecanizado, sí bien con ciertas dificultades. Destaca sobretodo la subclase IIIe con limitaciones por erosión. Y la dentro de la clases agrológicas IV y V (terrenos marginales para cultivos agrícolas que presentan factores limitantes graves tanto en la capacidad productiva como en la conservación de la misma) sobresale la subclase IVs, por la limitación de profundidad de los suelos.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Esta unidad se encuentra ocupada prácticamente por dehesas de encinas, alcornoques y acebuches. Como ya se ha comentado, las dehesas, de vocación claramente ganadera aparecen en este territorio ampliamente representadas. Se distinguen las siguientes variantes dependiendo del árbol o árboles dominantes y del estado de conservación del mismos.

Dehesas de encinas. Tienen lugar por aclareo y posterior pastoreo de los encinares de los encinares de la zona. Bajo estas condiciones se consigue que del pasto terofítico que se desarrolla en una primera fase, se pase por pastoreo a una pastizal vivaz dominado por la gramínea poa-bulbosa, en sus dos variedades, var. Bulbosa y var vivipara, que forma un denso césped que se mantiene verde desde las primeras lluvias de otoño hasta principios del verano y que constituye un excelente pasto para el ganado ovino.

En ocasiones estas dehesas no se dedican a la ganadería, si no que, en zonas donde la pendiente se cultivan especies cerealistas, siendo entonces menor el número de pies por Ha. Tanto en estos casos como en los anteriores, la encina constituye una magnifico motor que bombea sales minerales de los horizontes inferiores del suelo a los superiores por medio de la hojarasca de la misma, permitiendo así un cielo de nutrientes más efectivo.

Dehesas de alcornoques. En estas el árbol que forma el dosel es el alcornoque (Quercus saber). Funcionan exactamente igual que los anteriores y se encuentran distribuidos en zonas similares a las de los alcornocales. Como carácter peculiar, únicamente señalar, que al estar en zonas más húmedas, el pasto, que sigue siendo un majada de Poa-bulbosa, en zonas donde la humedad edáfica es mayor, deja paso a un vallicar dominado por especies del genero Agrostis, gramínea de media talla que constituyen, por mantenerse verdes en el verano buenos agostaderos. Por su mayor frescura se puede mantener el ganado bovino.

Dehesas de encinas y acebuches. Corresponden al tipo de dehesa desarrollada sobre el complejo encinar-acehuchar, se extiende por el área de esta y es con diferencia la más seca de tres enumeradas.

Pese a la importancia de la dehesa, ésta ha sido abandonada en algunos espacios siendo ocupada por el matorral y el Monte Bajo.

F/. Paisaje.

Se ha incluido esta unidad en el conjunto paisajístico que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir. Podemos distinguir tres zonas:

La ZONA BAJA constituye una banda que va, en general, desde el límite con la Vega hasta una cota de 300 m. Responde a un intento de diferenciar en la caída de la sierra dos zonas en el gradiente de creciente visibilidad al ganar altura. El límite señalado se ha establecido empíricamente y pensamos que separa aproximadamente una zona baja de menor visibilidad y una alta con un gran potencial de vistas y más frágil.

la ZONA ALTA, que se extiende desde los 300 metros hasta unos 20 metros por debajo de la línea de cumbres, permite las siguientes consideraciones: su límite de 300 metros sube en los valles ya que en estos se cierra la visión más que en las zonas prominentes.

La LÍNEA DE CUMBRES (ruptura con el horizonte). Supone el punto culminante en el gradiente de visibilidad creciente del frente de la sierra hacia el sur. Es una banda por consiguiente de fragilidad máxima. El carácter de ruptura con el horizonte está establecido fundamentalmente desde la zona de vega. Es importante en esta zona el hecho de acceder a vistas hacia la vega y hacia el interior de la sierra desde un mismo punto o puntos muy próximos.

UA26. LA TORRECILLA-LAS ERMITAS.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

En esta unidad, dada su magnitud encontramos todo el conjunto de materiales que la componen, siendo los siguientes en un recorrido de sur a norte y en una disposición a forma de bandas:

En esta disposición encontramos un primer afloramiento de formaciones esquistosas. Complejo metamórfico constituido por micacitas de grado medio de metamorfismo, alternando con gneises microglandulares y anfibolitas. Las rocas más abundantes son las micacitas (moscovita y biotita). La facies metamórfica es de tipo más intenso que las del resto de los materiales que les rodean. Litoarcosas y Pizarras. Desde el punto de vista litoestratigráfico se pueden establecer cuatro grandes unidades, pero que a los afectos de este trabajo se pueden sintetizar en cuatro grandes grupos litológicos. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcitas blanquecinas, también de carácter arcósico.

Seguidamente encontramos un banda de formaciones extrusivas. Volcánicas (Riolitas, Espilitas y Quedatofidos). Se trata de un paquete volcánico de riolitas y queratófidos ferríferos, de color morado con niveles de pizarra intercaladas. Volcánicas (Traquitas). En concordancia con los estratos del grupo anterior aparecen dentro de la formación pizarroso-arenosa una serie de rocas efusivas de tipo ácido, intermedio y básico que producen resalte en el relieve. Son rocas volcánicas intercaladas en la serie sedimentaria, la más abundantes son traquitas, existiendo espilitas, todas riolíticas y queratifídicas.

En tercer lugar, se dispone un afloramiento de formaciones cuarcíticas y conglomerados. Arcosas, Conglomerados y Microconglomerados.Otro grupo, este de carácter detrítico está formado por una arenisca morada de grano medio, conglomerados y microconglomerados cuya matriz es la propia arenisca, de gran variación granulométrica. La arenisca es una arcosa teñida de este color por los óxidos de hierro. Y por otra parte,conglomerados y areniscas.Se establecen tres grupos litológicos, el primero de ellos se refiere a un conglomerado basal carbonífero constituido por cantos angulosos, redondeados o muy redondeados de 3 a 20 cms de areniscas moradas cámbricas y algún canto de volcánicas. La matriz es areniscosa. En algunos puntos el conglomerado es de calizas azules cámbricas, con cuarcitas blancas, areniscas y pizarras

Por último, y como representación litológica más importante encontramos la continuación del complejo de calizas, dolomías y mármoles, de gran magnitud en esta unidad, ya que ocupa más del 50 % de la misma. De época Cámbrica y de carácter carbonatado, son los niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas). Por metamorfismo de contacto con los granitos se transforman en mármoles.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra recoge parámetros constructivos que van desde ACEPTABLES a MUY DESFAVAROBLES.

En conjunto los materiales presentan una elevada capacidad de carga, ya que son rocas que han sufrido procesos metamórficos o diagenéticos que las confieren cierta dureza y compacidad; por el contrario los esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas producen cierto grado de fracturación que afecta negativamente a esta capacidad portante. Los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes.

Las condiciones constructivas ACEPTABLES coinciden prácticamente con las formaciones extrusivas, en las zonas en la que estos materiales se han mantenidas menos alterados.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

No obstante, en el contacto de esta unidad con las unidades de la Vega se localiza la presencia de acuíferos por fisuración-fracturación cuya VULNERABILIDAD es ALTA. Y a su vez, en el contacto con las zonas más interiores de la Sierra, encontramos zonas de recarga que sitúan la VULNERABILIDAD en parámetros de tipo MEDIO.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII. Subclases VIe y VIs que engloban aquellos terrenos, con importantes problemas de erosión debido a las fuertes pendientes y deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión. La presencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

No obstante, al norte de la unidad encontramos retazos de suelos agrupables en la clase agrológica IV (terrenos marginales para cultivos agrícolas que presentan factores limitantes graves tanto en la capacidad productiva como en la conservación de la misma), subtipo IVe, por problemas de erosión.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Encontramos un mosaico de cultivos de olivar. Ampliamente extendidos por toda la unidad, si bien el mayor número de ellos parece con centrarse en la Campiña. Este olivar ha ido evolucionando hacia el abandono. Se trata sobre todo de antiguos olivares, siempre localizados en la Sierra, que por dificultades en el laboreo, generalmente se asientan en zonas de grandes pendientes han sido abandonados, y en consecuencia, al dejarse en ellos de practicar el laboreo han sido invadidos por el matorral circundante, estando en la actualidad muchos de ellos en fase de integración en las formaciones circundantes.

En este contexto se han extendidas manchones de pinar de repoblación. La especie más extendida es el pino rondeño Pinus pinaster. Hemos advertido la presencia, en la carretera que sube al embalse del Guadalmellato de parcelas de Pinus radiata, que se considera como muy poco aceptables debido a la baja pluviosidad de la zona y a los problemas ligados a la implantación de una especie exótica. Como ya se comentó en el complejo Encinar Pinar, el Pinus pinea y P. pinaster, repoblado o no se encuentra muy extendido por toda la Sierra. No hemos observado labores de resineo, aunque si la recogida de piñas del Pino piñonero.

F/. Paisaje.

Se ha incluido esta unidad en el conjunto paisajístico que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir. Podemos distinguir tres zonas:

La ZONA BAJA constituye una banda que va, en general, desde el límite con la Vega hasta una cota de 300 m. Responde a un intento de diferenciar en la caída de la sierra dos zonas en el gradiente de creciente visibilidad al ganar altura. El límite señalado se ha establecido empíricamente y pensamos que separa aproximadamente una zona baja de menor visibilidad y una alta con un gran potencial de vistas y más frágil.

la ZONA ALTA, que se extiende desde los 300 metros hasta unos 20 metros por debajo de la línea de cumbres, permite las siguientes consideraciones: su límite de 300 metros sube en los valles ya que en estos se cierra la visión más que en las zonas prominentes.

La LÍNEA DE CUMBRES (ruptura con el horizonte). Supone el punto culminante en el gradiente de visibilidad creciente del frente de la sierra hacia el sur. Es una banda por consiguiente de fragilidad máxima. El carácter de ruptura con el horizonte está establecido fundamentalmente desde la zona de vega. Es importante en esta zona el hecho de acceder a vistas hacia la vega y hacia el interior de la sierra desde un mismo punto o puntos muy próximos.

UA27. SAN CEBRIÁN-CARRASQUILLA-LOMA DEL CERRAJERO.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

En esta unidad, dada su magnitud encontramos todo un conjunto de materiales, siendo los siguientes en orden de importancia:

En esta disposición encontramos un primer afloramiento de formaciones esquistosas que ocupa la mayor parte de la unidad. Complejo metamórfico constituido por micacitas de grado medio de metamorfismo, alternando con gneises microglandulares y anfibolitas. Las rocas más abundantes son las micacitas (moscovita y biotita). La facies metamórfica es de tipo más intenso que las del resto de los materiales que les rodean. Litoarcosas y Pizarras. Desde el punto de vista litoestratigráfico se pueden establecer cuatro grandes unidades, pero que a los afectos de este trabajo se pueden sintetizar en cuatro grandes grupos litológicos. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcitas blanquecinas, también de carácter arcósico.

El otro conjunto litológico en importancia que encontramos es el complejo de calizas, dolomías y mármoles, de gran magnitud en esta unidad. De época Cámbrica y de carácter carbonatado, son los niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas). Por metamorfismo de contacto con los granitos se transforman en mármoles.

Entre estas formaciones y coincidente con una geomorfología complicada de fallas y fracturas sobresalen materiales biocalcareníticos y margosos del Mioceno.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra recoge parámetros constructivos considerados fundamentalmente como MUY DESFAVAROBLES y puntualmente como DESFAVORABLES.

En conjunto los materiales presentan una elevada capacidad de carga, ya que son rocas que han sufrido procesos metamórficos o diagenéticos que las confieren cierta dureza y compacidad; por el contrario los esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas producen cierto grado de fracturación que afecta negativamente a esta capacidad portante. Los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes.

Se pueden mencionar algunas zonas con condiciones constructivas ACEPTABLES, en las zonas en la que estos materiales se han mantenido menos alterados.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. Igualmente existe otros arroyos de mayor entidad que han quedado incluidos en la unidad ambiental que hemos denominado: "Cauces y arroyos de la Sierra" (UA10). El drenaje es bueno, con caudales considerables y suaves máximos estacionales. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

No obstante, en el coincidentes con los materiales biocalcareníticos y margosos se localiza la presencia de acuíferos por fisuración-fracturación cuya VULNERABILIDAD es ALTA. Y a su vez, en el contacto con las zonas más interiores de la Sierra, encontramos zonas de recarga que sitúan la VULNERABILIDAD en parámetros de tipo MEDIO.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII. Subclases VIe y VIs que engloban aquellos terrenos, con importantes problemas de erosión debido a las fuertes pendientes y deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión. La presencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

No obstante, al norte de la unidad encontramos retazos de suelos agrupables en la clase agrológica IV (terrenos marginales para cultivos agrícolas que presentan factores limitantes graves tanto en la capacidad productiva como en la conservación de la misma), subtipo IVe, por problemas de erosión.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

La unidad esta conformada por un mosaico de cultivos y aprovechamientos.

En primer lugar, destaca el Monte Bajo. En esta unidad hemos incluido las formaciones que constituyen la primera etapa de sustitución de bosques climácicos, y que en situaciones clímax constituirían su orla protectora. Son comunidades nanofanerofiticas donde se encuentran especies como Quercus coccifera (coscoja) Pistacia lentisco (Lentis Co), Phyllirea media (lentisquillo),Arbutus unedo (Madroño) solo en las zonas más frescas, Pistacea terebintus Cornicabra), entre otras. Fitosociologicamente pueden distinguir dos comunidades de monte bajo, aunque, por ser estructural y catenalmente similares y por tener mismo tratamiento a nivel de impactos, no se han separado en el mapa. Serian los madroñales y los coscojares, los primeros derivados de zonas de alcornocal entre otras plantas presentes podemos citar: Phyllirea media, Arbutus unedo, Erica arborea y E. australis, Cistus populifolius,Rhamnus alathernus, entre otras. Los segundos derivarían del bosque clímax de Encinas entre las plantas que podemos encontrar en ellos destacamos Quercus coccifera, Asparragus albus, Rubia peregrina, subsp. longifolia, Thamnus comunis, etc. Tanto en unos corno en otros se nota la acusada termicidad de la zona como lo denotan la presencia de plantas en el seno de estas comunidades cono Pistacia lentiscus, Olea europea va oleaster (Acebuche).

En segundo lugar, predominan las formaciones de Matorral y Pastizal. El matorral corresponde a la última etapa de degradación fruticosa de los bosques climácicos ocupan amplias extensiones en la zona serrana del territorio. Como en el caso anterior se pueden distinguir dos tipos en función del bosque, encinar o alcornocal del que procede por degradación. Se trata de jarales de Cistus ladaniferus, en los que entran Genista hirsuta, Lavandula strechas subsp. sampaiana, Rosmaruinus officinalis, Thynus mastichina, Origanun virens, etc. Estos jarales se asientan por toda 1a sierra en antiguas zonas de Encinar potencial. El pastizal ocupa zonas ya muy degradadas y alteradas, donde ha sido barrido todo resto de vegetación leñosa. Son muy abundantes y extendidos en pequeñas manchas por toda la Sierra en donde generalmente se dedican a pastoreo. Como dijimos anteriormente estos pastizales oligotrofos pertenecientes a la alianza silicicola Helianthemion, evolucionan por redileo hacia majadales de Poa bulbosa.

En tercer lugar, destacan los cultivos arbóreos (fundamentalmente olivar) en forma de manchones, que van progresivamente siendo abandonados principalmente por dificultades en el laboreo, se asientan en zonas de grandes pendientes han sido abandonados, y en consecuencia, al dejarse en ellos de practicar el laboreo han sido invadidos por el matorral circundante, estando en la actualidad muchos de ellos en fase de integración en las formaciones circundantes.

En cuarto lugar, y de modo testimonial podemos mencionar alguna que otra representación de las dehesas de encinas y alcornoques, tan extendidas en otras unidades analizadas.

F/. Paisaje.

Esta unidad se incluye en un conjunto paisajístico que hemos denominado: Caída tendida, subida a Cerro Muriano. Se trata de la zona más alta que alcanza cotas de hasta 500 metros en razón de la caída más suave que disminuye la visibilidad relativa. Tendría una relativa capacidad de acogida de impactos que aumentaría con un estudio cuidadoso de localizaciones.

UA28. SANTO DOMINGO-LA VIÑUELA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

En esta unidad, destacamos dos conjuntos de materiales, siendo los siguientes en orden de importancia:

El primer conjunto litológico en importancia que encontramos es el complejo de calizas, dolomías y mármoles, que ocupa la mayor parte de esta unidad (2/3 aproximadamente). De época Cámbrica y de carácter carbonatado, son los niveles formados de dolomías y calizas alternando con areniscas, margas y pizarras y algún nivel de volcánicas de tipo ácido (riolitas). Por metamorfismo de contacto con los granitos se transforman en mármoles.

El segundo conjunto es importancia el afloramiento de formaciones esquistosas que ocupa el espacio restante la unidad (1/3 aproximadamente). Complejo metamórfico constituido por micacitas de grado medio de metamorfismo, alternando con gneises microglandulares y anfibolitas. Las rocas más abundantes son las micacitas (moscovita y biotita). La facies metamórfica es de tipo más intenso que las del resto de los materiales que les rodean. Litoarcosas y Pizarras. Desde el punto de vista litoestratigráfico se pueden establecer cuatro grandes unidades, pero que a los afectos de este trabajo se pueden sintetizar en cuatro grandes grupos litológicos. La parte inferior de la primera unidad y la unidad superior son la carácter detrítico y se representan como litoarcosas y pizarras. Son pizarras arcillosas hematíticas con intercalaciones de areniscas arcósicas. La unidad superior que se incluye en este grupo son areniscas feldespáticas y cuarcitas blanquecinas, también de carácter arcósico.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra recoge parámetros constructivos que van desde ACEPTABLES a MUY DESFAVAROBLES.

En conjunto los materiales presentan una elevada capacidad de carga, ya que son rocas que han sufrido procesos metamórficos o diagenéticos que las confieren cierta dureza y compacidad; por el contrario los esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas producen cierto grado de fracturación que afecta negativamente a esta capacidad portante. Los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes.

Las condiciones constructivas ACEPTABLES coinciden prácticamente con las áreas de menor pendiente coincidentes con materiales con buena capacidad portante con algún asentamiento ligero o bien en donde es posible la existencia de pequeños problemas de tipo geomorfológico o litológico. Se incluyen además los depósitos de calizas miocenas con suaves pendientes que llegan prácticamente hasta la Vega, en este caso la valoración se debe a la capacidad de carga de tipo medio, con la existencia de posibles problemas de oquedades ya comentados.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. Igualmente existe otros arroyos de mayor entidad que han quedado incluidos en la unidad ambiental que hemos denominado: "Cauces y arroyos de la Sierra" (UA10). El drenaje es bueno. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

No obstante, se localizan acuíferos por fisuración-fracturación cuya VULNERABILIDAD es ALTA. Y a su vez, en el contacto con las zonas más interiores de la Sierra, encontramos zonas de recarga que sitúan la VULNERABILIDAD en parámetros de tipo MEDIO.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII. Subclases VIe y VIs que engloban aquellos terrenos, con importantes problemas de erosión debido a las fuertes pendientes y deficiencias en la profundidad del suelo, muy escasa debida a la erosión. La presencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

No obstante, al sur encontramos un área de importantes dimensiones con suelos agrupables en la clases agrológicas IV y V (terrenos marginales para cultivos agrícolas que presentan factores limitantes graves tanto en la capacidad productiva como en la conservación de la misma) sobresale la subclase IVs, por la limitación de profundidad de los suelos.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

La superficie de esta unidad ambiental se encuentra ocupada por un mosaico de espacios con vegetación natural de la Sierra, constituida por un encinar, pinar y acebuchar que el transcurso del tiempo y la acción antrópica, ha ido alterado más o menos profundamente, bien destruyéndolo, bien aclarándolo. En este proceso evolutivo se han establecido dehesas de encinas y pinar.

Así encontramos, cultivos de olivar en forma de manchones, que van progresivamente siendo abandonados principalmente por dificultades en el laboreo, se asientan en zonas de grandes pendientes han sido abandonados, y en consecuencia, al dejarse en ellos de practicar el laboreo han sido invadidos por el matorral circundante, estando en la actualidad muchos de ellos en fase de integración en las formaciones circundantes.

F/. Paisaje.

Desde el punto de vista paisajístico se trata de una zona alta que alcanza cotas de hasta 500 metros en razón de la caída más suave que disminuye la visibilidad relativa. No obstante, al noroeste de la unidad la pendientes aumentan y podríamos distinguir una segunda unidad paisajística que identificaríamos con lo que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir y Líneas de cumbres. La primera, ZONA ALTA, se extiende desde los 300 metros hasta unos 20 metros por debajo de la línea de cumbres, permite las siguientes consideraciones: su límite de 300 metros sube en los valles ya que en estos se cierra la visión más que en las zonas prominentes. La segunda, La LÍNEA DE CUMBRES (ruptura con el horizonte). Supone el punto culminante en el gradiente de visibilidad creciente del frente de la sierra hacia el sur. Es una banda por consiguiente de fragilidad máxima. El carácter de ruptura con el horizonte está establecido fundamentalmente desde la zona de vega. Es importante en esta zona el hecho de acceder a vistas hacia la vega y hacia el interior de la sierra desde un mismo punto o puntos muy próximos.

UA29. LOS VILLARES SUR.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Esta unidad se encuentra localizada íntegramente sobre un afloramiento de esquistos propio característico de esta zona. Compuesto en primer lugar, por litoarcosas y pizarras; y, en segundo lugar, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra recoge parámetros constructivos que van desde ACEPTABLES a MUY DESFAVAROBLES.

En conjunto los materiales presentan una elevada capacidad de carga, ya que son rocas que han sufrido procesos metamórficos o diagenéticos que las confieren cierta dureza y compacidad; por el contrario los esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas producen cierto grado de fracturación que afecta negativamente a esta capacidad portante. Los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes.

Las condiciones constructivas ACEPTABLES coinciden prácticamente con las áreas de menor pendiente coincidentes con materiales con buena capacidad portante con algún asentamiento ligero o bien en donde es posible la existencia de pequeños problemas de tipo geomorfológico o litológico. Se incluyen además los depósitos de calizas miocenas con suaves pendientes que llegan prácticamente hasta la Vega, en este caso la valoración se debe a la capacidad de carga de tipo medio, con la existencia de posibles problemas de oquedades ya comentados.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII. Sobresale la Subclase VIe que engloban aquellos terrenos, con importantes problemas de erosión debido a las fuertes pendientes. La presencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

La unidad se encuentra ocupada íntegramente por repoblaciones forestales de pinar. Extendidas con mayor o mejor fortuna por toda la Sierra y en una primera apreciación más como protectores de cuencas hidrográficas que como futuro bosque maderable. La especie más extendida es el pino rodeno Pinus pinaster. Hemos advertido la presencia, en la carretera que sube al embalse del Guadalmellato de parcelas de Pinus radiata, que se considera como muy poco aceptables debido a la baja pluviosidad de la zona y a los problemas ligados a la implantación de una especie exótica. Como ya se comentó en el complejo Encinar-Pinar, el Pinus pinea y P. pinaster, repoblado o no se encuentra muy extendido por toda la Sierra. No hemos observado labores de resineo, aunque si la recogida de piñas del Pino piñonero.

F/. Paisaje.

Desde el punto de vista paísajístico se trata de una zona alta que alcanza cotas de hasta 500 metros en razón de la caída más suave que disminuye la visibilidad relativa. No obstante, al noroeste de la unidad la pendientes aumentan y podríamos distinguir una segunda unidad paisajística que identificaríamos con lo que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir y Líneas de cumbres. La primera, ZONA ALTA, se extiende desde los 300 metros hasta unos 20 metros por debajo de la línea de cumbres, permite las siguientes consideraciones: su límite de 300 metros sube en los valles ya que en estos se cierra la visión más que en las zonas prominentes. La segunda, La LÍNEA DE CUMBRES (ruptura con el horizonte). Supone el punto culminante en el gradiente de visibilidad creciente del frente de la sierra hacia el sur. Es una banda por consiguiente de fragilidad máxima. El carácter de ruptura con el horizonte está establecido fundamentalmente desde la zona de vega. Es importante en esta zona el hecho de acceder a vistas hacia la vega y hacia el interior de la sierra desde un mismo punto o puntos muy próximos.

UA30. EL CAMPILLO.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

La unidad ambiental denominada "El Campillo" se extiende sobre una formación constituida por materiales pertenecientes a formaciones biocalcareníticas y margosas del Mioceno: arenas biocalcáreas, margas verde-amarillentas y biomicritas arenosas, facies flyschoide (depósito alóctono). Otro de los grupos litológicos pertenecientes a las rocas alóctonas lo constituye una formación eocena-miocena de alternancia de arenas-areniscas blanquecinas y amarillentas, margas arenosas de color gris-verdoso, biomicritas, biomicriditas, bioesparitas arenosas en secuencia flyschoide. Margas y Margocalizas blancas de aspecto albarizoide (depósito alóctono). En contacto tectónico con la anterior formación se encuentra un tramo de margas y margocalizas, de aspecto albarizoide, con sílex con un menor carácter alóctono que los grupos litológicos anteriores. También podemos destacar localizaciones de margas arenosas y recristalizadas, Areniscas calcáreas bioclásticas y Microconglomerados calcáreos bioclásticos.Sin embargo, la mayor parte de los terrenos están formados por el potente tramo margoso, de carácter marino, cuya parte inferior corresponde a las denominadas "margas azules" que presentan una capa de alteración bastante importante dando lugar a un suelo agrícola profundo. Hacia las zonas superiores aumenta el contenido en arenas, de modo que hacia el techo se pueden localizar niveles de areniscas alternantes entre las margas. También aumenta el contenido en arcillas. El gran desarrollo del suelo agrícola y la alteración que presentan dificultad la observación de estos materiales en afloramientos frescos.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Las condiciones constructivas son consideradas como ACEPTABLES al corresponder relieves alomados en materiales con buena capacidad portante con algún asentamiento ligero o bien en donde es posible la existencia de pequeños problemas de tipo geomorfológico o litológico.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

No existe ningún arroyo digno de mención en esta unidad. No obstante, se trata de una zona de recarga en la que confluyen materiales permeables sobre un acuífero por fisuración-fracturación cuya VULNERABILIDAD se han considerado como ALTA.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

En esta unidad destaca la presencia de las clases agrológicas II y III.

En la clase agrológica II se incluyen aquellos suelos que presentan alguna limitación que restringe la gama de especies vegetales cultivadas o hace necesario el empleo de prácticas de conservación moderadas tales como laboreo según curvas de nivel o cultivo en fajas. Está muy extendida la subclase IIe por erosión laminar o de base, ya que las pendientes son suaves, aunque superiores a las consideradas normales en clase II, pero la limitada erosión y la gran potencialidad productiva de estas tierras, típicas de la Campiña aconsejan clasificarlas agrológicamente en esta clase, como indica su uso actual en agricultura intensiva de secano de alta producción.

Existe una zona que englobaríamos en la clase agrológica III, en la que se clasifican los suelos que presentan suficiente profundidad para el establecimiento regular de un cultivo herbáceo. La pendiente del terreno admite el cultivo mecanizado, sí bien con ciertas dificultades. Los suelos en esta clase tienen limitaciones que reducen la gama de especies vegetales a cultivar y requieren prácticas de conservación difíciles de aplicar o costosas. Se debe efectuar el laboreo y la realización de otras prácticas por curvas a nivel del terreno. Se admiten drenajes deficientes en forma limitada así como algunos defectos en relación con la pedregosidad o rocosidad, sin que esto resulte obstáculo grave para las labores y para la rentabilidad de los cultivos. Sobresale la subclase IIIs que incluye limitaciones en la zona de raíces IIIs (profundidad del suelo, pedregosidad, rocosidad)

E/. Vegetación y usos agrícolas.

El uso agrícola es el predominante en esta unidad, siendo actualmente de cultivos de secano.

F/. Paisaje.

Se ha incluido esta unidad en el conjunto paisajístico que se ha denominado Caída de la Sierra hacia el valle del Guadalquivir. Se trata de la ZONA BAJA que constituye una zona que va, en general, desde el límite con la Vega hasta una cota de 300 m. Responde a un intento de diferenciar en la caída de la sierra dos zonas en el gradiente de creciente visibilidad al ganar altura.

UA31. ALMENTA BAJA-LA TIERNA.

A/. Caracterización geológica, geomorfológica y litológica.

Esta unidad se encuentra localizada íntegramente sobre un afloramiento de esquistos característicos de esta zona. Compuesto en primer lugar, por litoarcosas y pizarras; y, en segundo lugar, pizarras y grauwacas. Los niveles superiores carboníferos aquí existentes, están formados por una serie alternante de pizarras y grauwacas más blandas y en algunos tramos fosilíferas.

B/. Condiciones constructivas de los terrenos.

Esta unidad de la sierra recoge parámetros constructivos que van desde ACEPTABLES a MUY DESFAVAROBLES.

En conjunto los materiales presentan una elevada capacidad de carga, ya que son rocas que han sufrido procesos metamórficos o diagenéticos que las confieren cierta dureza y compacidad; por el contrario los esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas producen cierto grado de fracturación que afecta negativamente a esta capacidad portante. Los procesos de alteración de la capa más superficial disminuyen estas buenas condiciones originales, apareciendo problemas de tipo geomorfológico, derivados de las fuertes pendientes existentes.

Las condiciones constructivas ACEPTABLES coinciden prácticamente con las áreas de menor pendiente coincidentes con materiales con buena capacidad portante con algún asentamiento ligero o bien en donde es posible la existencia de pequeños problemas de tipo geomorfológico o litológico.

C/. Caracterización hidrográfica e hidrológica.

Existen pequeños arroyos de carácter torrencial que discurren por la zona. El drenaje es bueno. Esta red de arroyos discurre por terrenos cuya configuración litológica viene marcada en su totalidad por terrenos impermeables, con lo que la VULNERABILIDAD de los acuíferos es BAJA, al tratarse de un espacio prácticamente sin acuíferos.

D/. Capacidad agrícola del suelo.

Esta unidad presenta una configuración de sus suelos casi exclusivamente englobable en las clases agrológicas VI y VII. Sobresale la Subclase Vis (profundidad del suelo, pedregosidad, rocosidad) a lo que hay que unir importantes problemas de erosión debido a las fuertes pendientes. La presencia de clase agrológica VII denota la presencia de suelos no laborables, en este caso más que bien por la excesiva pendiente del terreno, por los rápidos procesos erosivos presentes que han venido reduciendo espesor del suelo agrícola.

E/. Vegetación y usos agrícolas.

Esta unidad se encuentra ocupada monte bajo, dehesas de encinas, alcornoques y acebuches y matorral-pastizal. Como ya se ha comentado, las dehesas, de vocación claramente ganadera aparecían en este territorio ampliamente representadas. Posteriormente con el abandono de su actividad ganadera tradicional éstas han venido siendo invadidas por el monte bajo y el matorral, en orden a un proceso de degradación de la cubierta vegetal ya descrito ampliamente.

F/. Paisaje.

En esta unidad se pueden distinguir dos conjuntos según los parámetros establecidos para el apartado del paisaje en esta memoria. Uno, las que hemos denominado zonas de alta visibilidad dentro de la Sierra. Las zonas de alta visibilidad dentro de la sierra son aquellas en que por razón de la disposición topográfica, pendientes relativas y alturas se dan las condiciones de mayor visibilidad respecto al conjunto. Son pues en tramos determinados las que continúan hacia el interior a la línea de ruptura con el horizonte.

El otro conjunto, le hemos denominadozonas de media visibilidad dentro de la Sierra. Se trata de onduladas y mesetas ocupadas por dehesas y monte bajo fundamentalmente. En ellas el incremento en altura de pocos metros puede conducir a incrementos fuertes y desproporcionados en la visión que se puede alcanzar.

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